El sector hostelero de la Marina Alta arranca la Fase I de la desescalada a medio gas. Tan solo abrieron sus puertas ayer entre un 15 y un 20 % de bares, restaurantes y hoteles tal y como indicó a Levante-EMV la presidenta de la Asociación de empresarios de hostelería y turismo de la Marina Alta, Cristina Selles. Varios son los motivos que se alegan desde el sector para justificar la situación, entre ellos la imposibilidad de ajustarse a las medidas de seguridad y los requisitos sanitarios exigidos por el gobierno por temas de aforo y por otro lado, la falta de rentabilidad. «Es mucha la inversión que se tienen que realizar, por ejemplo en un hotel, cuando no está garantizada la llegada de clientes, al igual que en bares y restaurantes, por lo que para muchos no es rentable abrir», explicaba Selles. «La solución pasa por permitir la movilidad. La mayoría de clientes son de otras provincias y países, si no pueden viajar, no habrá ingresos». Desde la asociación de comerciantes de Xàbia, se añadía que con los «lugareños no llegamos, va a ser difícil recuperarnos, es indispensable la llegada de turistas nacionales y extranjeros para reactivar el sector». Por otro lado, los restauradores de Xàbia catalogan de «inviable» la inversión para adaptarse a la norma.