El polideportivo municipal de Oliva reabrió ayer sus puertas tras dos meses de cierre por la crisis sanitaria del coronavirus con dos usuarios de auténtico lujo: la jugadora de baloncesto, Irene Garí, y el atleta paralímpico, Héctor Cabrera, dos deportistas de élite de la localidad saforense. Oliva se convierte en la primera ciudad de la comarca que vuelve a poner en marcha sus instalaciones.

Tanto a la alero internacional y capitana del Valencia Basket como al campeón de Europa, subcampeón del mundo y plusmarquista mundial de lanzamiento de jabalina, les comunicó la reapertura la concejala de Deportes, Yolanda Navarro, y estos no dudaron en aceptar la invitación y acudir a entrenar en la tarde de ayer.

Irene Garí ha estado ejercitándose en su casa durante todo el confinamiento, utilizando dos mancuernas, una bici estática y unas gomas elásticas bajo la supervisión del preparador físico del Valencia BC. La subcampeona de Europa sub20 con España ha aprovechado el tiempo de encierro obligado para acabar el proyecto final de un máster de dirección de marketing y gestión comercial, ver películas, series y oir música. A Garí no le gustado estar confinada, pero reconoce que ha sido una buena oportunidad «de dedicarnos tiempo a nosotros mismos, estar con la familia y valorar todo lo que teníamos y nos han quitado por la crisis, como las relaciones humanas». Irene inició su preparación al aire libre con ejercicios físicos y carrera en la pista de atletismo.

Héctor Cabrera ha pasado el confinamiento practicando los lanzamientos en el jardín de su casa, donde se llegó a habilitar una zona específica. Al igual que su prima Irene Garí, ha dedicado su tiempo a sus estudios, concretamente a ultimar el trabajo final del grado de Ciencias de la Actividad Fisica y el Deporte que cursa en la Universitat de València.

Ahora, con la pista de atletismo abierta, podrá correr y entrenar la movilidad pero no lanzar. Cabrera confiesa que el aplazamiento de los Juegos Paralímpicos de Tokyo de 2020 a 2021 «fue frustrante en un principio, después de cuatro años de preparación», pero viendo la magnitud de la crisis entiende que es más importante la salud que la competición.