En contra de lo que se atisba de forma general y de los pésimos augurios de los empresarios que apenas han empezado esta semana a abrir sus puertas en solo una parte de la Comunitat Valenciana tras dos meses de cierre total y de expedientes temporales de empleo a mansalva, la Generalitat ve indicios que permiten un ligero «optimismo» ante la temporada turística que se avecina. Sin estridencias, claro, porque la realidad es que los establecimientos del sector acaban de reabrir -todavía una parte muy reducida- y la crisis económica en la que ya estamos inmersos es de tal magnitud que se antoja difícil ver una salida. El departamento de turismo del Consell acaba de publicar un informe sobre la incidencia del Covid-19, con datos de cierre de abril, que permiten albergar cierta esperanza, según informaron a este diario fuentes del mismo.

Un primer síntoma positivo procede de las reservas de apartamentos turísticos, que alcanzan ya una ocupación prevista del 20 %. Se trata en su gran mayoría de potenciales visitantes procedentes del mercado nacional, aunque las citadas fuentes apuntan que algunas proceden del exterior. También precisan que este dato, teniendo en cuenta que en otras autonomías no han llegado al 20 %, supone «un reconocimiento hacia el turismo valenciano».

Un segundo indicio deriva de las búsquedas de vuelos para viajar a la Comunitat Valenciana en el cuarto trimestre de este 2020. El documento detalla que, en lo que respecta al aeropuerto de València, el total se situó en el mes de abril en 294.400, con un repunte en los últimos días del citado período. La mayor parte de ellas las han efectuado personas residentes en España, seguidas por ciudadanos del Reino Unido, Portugal, Alemania e Italia. En este sentido, las citadas fuentes apuntaron que, tras esta fase de confinamiento, son muchas las personas con deseos de visitar lugares lejanos al de su residencia, aunque también dejaron constancia de que muchos países están promoviendo trabas para esos desplazamientos con el objetivo de fomentar el turismo interno.

Evolución

Sea como fuere y, a pesar de las esperanzas del departamento de turismo de la Generalitat, sustentadas también en el hecho de que «en los hoteles algo empieza a moverse», lo bien cierto es que la distancia en la búsqueda de vuelos respecto a abril de 2019, cuando el sector batía récords de visitantes, es abismal. Entonces, se realizaron en el aeropuerto de València 2,66 millones. Algo muy parecido sucede en el aeródromo de Alicante, con un volumen de pasajeros muy superior al de Manises. Para volar al recinto del Altet en el cuarto trimestre del ejercicio se realizaron en abril del año pasado 3,65 millones de búsquedas. En abril de 2020, la cifra había descendido a las 684.000. En este caso, las primeras posiciones las ocupan Alemania con 42.573 y el Reino Unido, con 27.969. Ya a más distancia aparecen Bélgica, España y Noruega.

El citado documento admite que en abril las pérdidas en el turismo «han sido del 100 %». Una enormidad, sobre todo si tenemos en cuenta que en el mismo mes del año pasado visitaron la autonomía casi 830.000 turistas procedentes del extranjero, en su mayoría británicos y franceses. De ellos, 674.000 llegaron a través de los aeropuertos. Las pernoctaciones de viajeros españoles ascendieron a 6,4 millones, con un gasto de 293 millones. La expectativa es que «la normalidad» no llegará hasta junio, fecha de los primeros viajes interprovinciales y con una preponderancia del turismo interno a corto plazo. En relación con esto, Turisme recuerda que este tipo de visitantes representan el 50, 1 % de los viajan por la Comunitat Valenciana, seguidos por madrileños (18,4 %) y castellano-manchegos (7,3 %).