La vida y la política dan lugar a extraños compañeros de viaje. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha dado públicamente su respaldo al diputado de Compromís, Joan Baldoví, tras su conflicto con la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, Maria Jesús Montero, al calificar de "inaceptable" el tono que esta utilizó en el Congreso de los Diputados cuando el ex alcalde de Sueca inquirió al Gobierno por la infrafinanciación y el reparto de los fondos para luchar contra el coronavirus. El rifirrafe con la ministra ha llegado al punto de que Compromís haya anunciado que retirará su apoyo al Gobierno de Sánchez si la ministra no rectifica y si no reparte el dinero del fondo no reembolsable en función del criterio de la población.

Bonig ha respaldado también que el criterio de la población, así como el de la infrafinanciación sea clave en el reparto del fondo y se ha mostrado comprensiva con la coalición que suele ser su principal enemiga política.

Por otro lado, la responsable del PPCV ha vinculado la petición del Consell al Gobierno de que el área de salud de la Ribera entre en la fase una con restricciones respecto a los encuentros entre personas al rescate del servicio sanitario realizado por el Botànic.

Bonig ha defendido la eficacia del hospital y el área de salud cuando estaba privatizado y ha insinuado que los problemas en el desconfinamiento tienen que ver con la actual deficiente gestión. "Temen un colapso porque han perdido la trazabilidad de los casos por no hacer suficientes pruebas", ha aventurado como explicacion. "La reversión de Ribera Salud ha sido un fracaso, no ha garantizado la seguridad sanitaria y era de los más eficaces".

Bonig ha exigido explicaciones coherentes de por qué esta zona podría tener reestricciones y ha exigido al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que asuma responsabilidades y "de la cara". Bonig se ha quejado de que en toda la semana no ha recibido la llamada de Puig para que explique qué ha ocurrido con la fallida desescalada. "Al frente del Titánic, no hay capitán, es un desastre", ha subrayado.

Por otro lado, ha anunciado que elevará una queja al Sindic de Greuges para exigir los datos de contagiados por municipios, una información que los alcaldes y alcaldesas están reclamando y que, según ha recordado, Puig se comprometió en facilitar. Además, pedirá a las Corts que se acorten los plazos para poder tener acceso a documentación y frenar así la "opacidad" de la Generalitat.