La parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Turís, a través de su Cáritas parroquial, ha cuadruplicado el número de personas atendidas desde el inicio de la crisis sanitaria por el coronavirus, pasando de 20 a 80 familias.
Antes de la crisis «atendíamos en la acogida de la Cáritas parroquial a alrededor de 20 familias, ahora son más de 80, y no se puede negar el alimento a nadie», indicó el párroco, Cristóbal Castell.
Ante el incremento del número de peticiones de ayuda en la nueva coyuntura marcada por el confinamiento, fuentes de Cáritas explicaron que «ya no se entregan bonos a las familias sino que las atendemos en una casa de una vecina del pueblo, que pertenece a Cáritas, donde hemos trasladado todos los productos alimenticios y las donaciones que recibimos».
Asimismo, «para evitar colas y posibles contagios, citamos cada día a un representante de cuatro o cinco familias, aunque hay días con diez, a los que previamente llamamos avisándoles de la cita, de forma que el reparto de comida se realiza en una hora».
Igualmente, al mismo tiempo que han aumentado las peticiones de ayuda también han crecido las donaciones solidarias «como la aportación de una vecina que tiene una empresa de catering y prepara envases con raciones de paella, caldo y lentejas, o numerosos vecinos que hacen compras y la donan a Cáritas». Además, también colaboran diferentes entidades y empresas locales. Cáritas parroquial también ha realizado, en casos extraordinarios, parte del pago de alquileres o recibos de la luz y han extendido la ayuda a pueblos vecinos, como Godelleta, donde atiende a 10 familias.
