Las Generalitat ha pedido al Ministerio de Sanidad que a partir del próximo lunes las 24 áreas de salud de la Comunitat Valenciana puedan estar en la fase 1 del desconfinamiento. Eso sí, con dos restricciones. La primera, que «por una cuestión de prudencia» no se permita en esta primera fase la celebración en todo el territorio de actos y espectáculos al aire libre de menos de 200 personas (algo que el Gobierno sí permite en esta fase). La segunda, que en el Departamento de Salud de la Ribera no se puedan realizar reuniones de hasta 10 personas en terrazas y domicilios.

Esta última medida, que afecta a casi 260.000 habitantes de 30 municipios valencianos, la justificó la consellera de Sanidad, Ana Barceló en que «en los últimos días se ha detectado un aumento de casos» en este departamento «que invitan a la prudencia y obligan al estudio de su trazabilidad. De este modo, protegemos la salud de las personas, al tiempo que no nos detenemos y podemos seguir avanzando en la recuperación de la normalidad». «Es aconsejable esperar unos días a que concluya el estudio y seguimiento de esos casos», añadió.

Después de que el viernes el ministro Salvador Illa anunciase que sólo pasaban 10 de los 24 departamentos valencianos y aludiera a los problemas de trazabilidad de los casos positivos; después de que el president Ximo Puig, la vicepresidenta Mónica Oltra y la consellera Barceló mostrasen públicamente su disconformidad con esta decisión; y después de que la titular de Sanitat se reuniese con Illa para convencerle de que la Comunitat sí cumple con los indicadores y que éste explicase que el principal escollo había sido la movilidad entre municipios, la Generalitat le remitió ayer una carta al Gobierno insistiendo en la conveniencia de una desescalada completa en todo el territorio valenciano.

El gobierno autonómico, según reconoció Barceló, no ha modificado el informe que remitió el 8 de mayo y que no convenció del todo al ministerio, pero sí ha hecho una petición -que una vez todos los departamentos de salud de la Comunitat Valenciana se encuentre en fase 1 a efectos de movilidad se pueda circular dentro del territorio de una misma provincia-, y le ha planteado al departamento que dirige Salvador Illa dos restricciones en esta nueva etapa.

Una de ellas -la decisión de que los vecinos de la Ribera no puedan reunirse en grupos de hasta diez personas, aunque sí se les permita otras actividades de la fase 1 como la apertura de comercios con un aforo limitado (incluidos los bares) o desplazarse a otros municipios-, cayó ayer como un jarro de agua fría en las dos comarcas que forman el departamento. Y más ante la poca claridad de la conselleria de Sanidad para explicar su decisión.

En la rueda de prensa que la consellera Barceló ofreció a las 11.15 horas, la titular del departamento de Sanidad no quiso hacer público el nombre del departamento en el que no se podrían hacer reuniones sociales ni tampoco ofreció las razones de esta restricción. A las 14.00 horas la conselleria anunció en un comunicado de prensa que el área de salud en la que sus habitantes no podrán reunirse en terrazas y domicilios aunque el Gobierno le permitiese pasar a la fase 1 es el de la Ribera. En la nota sí incluía una razón, aunque de forma bastante escueta: la «singularidad y situación actual» del área sanitaria.

Nada más, ninguna referencia a cuál es la «singularidad y situación actual» de la Ribera. No fue hasta las 19.00 cuando la conselleria hizo público otro comunicado explicando que la «singularidad» eran esos nuevos casos detectados y la conveniencia de vigilarlos, y que así se lo había transmitido a los alcaldes de las dos comarcas.

«Nos ha comentado que la Ribera, desde el punto de vista sanitario cumple con todos los parámetros, pero que la semana pasada hubo un foco de contagio que la conselleria considera importante por el número y, aunque ha sido puntual, es preferible mantener esta restricción», explicó la alcaldesa socialista de Algemesí, Marta Trenzano.

Por contra, alcalde de Almussafes (y también socialista) Toni González, aseguraba que la consellera no había aclarado las razones de la restricción. «Ha hecho referencia a un incremento de casos pero no ha sido demasiado concreta y le ha querido quitar alarmismo -aseguraba ayer el alcalde-. Pero los alcaldes sí le hemos pedido una justificación clara porque sin ella la decisión de solicitar que no se permitan reuniones puede incluso hacer que el ministerio nos mantenga en la fase 0. Por delante de todo está la salud de las personas, pero si no hay un agravamiento extraordinario de la situación, esta decisión perjudica a miles de personas».

Por último, el alcalde de Alzira, Diego Gómez, de Compromis, dijo que las razones de la consellera para restringir las reuniones en la Ribera han sido la movilidad y dificultad de controlar los desplazamientos y, con ella, la trazabilidad de los casos: «si hubiese un repunte el control de estas personas sería difícil». Gómez aseguró que para muchos alcaldes esta decisión «marca a la Ribera porque en ningún otro sitio se restringen los encuentros de 10 personas y eso genera alarma gratuita». «Pero hay que se prudentes -concluyó -. Es el ministerio el que tiene que decidir y aún podemos tener otro jarro de agua fría».