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Los artistas piden en Alzira contratos a dos años para evitar el cierre de talleres

Cuarenta profesionales proponen fraccionar pagos de cara a 2022 y garantizar una mínima actividad

Imagen de la «plantà» de la falla El Mercat, de la Sección Especial de Alzira, en las fiestas de 2019. ximo Ferrer

Cuarenta artistas falleros que habían confeccionado monumentos para plantar en Alzira en las fiestas de 2020, finalmente suspendidas ante las restricciones que impone la pandemia del coronavirus, han planteado a las comisiones una propuesta para prorrogar los contratos con la mirada puesta en las Fallas de 2022, fraccionar los pagos en dos anualidades para garantizar un mínimo de actividad en los talleres en los próximos diez meses meses y, en última instancia, evitar que se vean obligados a cerrar.

La suspensión de las Fallas de 2020 sin que el fuego haya consumido los monumentos -que las comisiones guardarán para las fiestas de 2021- dibuja un año prácticamente en blanco que los artistas no se pueden permitir. «Se trata de intentar subsistir, intentar que los talleres puedan funcionar estos dos años porque está claro que taller que cierre ya no va a abrir y, si no abre, ¿quién va a plantar las fallas el año que viene?», reflexiona uno de los artistas que ha firmado la propuesta, que se ha trasladado a las 35 comisiones a través de la Junta Local Fallera.

Los profesionales recuerdan que este sector ya estaba en crisis antes de que la declaración del estado de alarma provocara la suspensión de las fiestas en la mayoría de municipios -en el caso de la Ribera han tomado esta decisión Alzira, Carcaixent, Algemesí, Benifaió, Alberic, Alginet o Villanueva de Castellón, mientras Cullera aplazó ayer la reunión que debía tomar una decisión y Sueca mantiene de momento el calendario de octubre- ya que en los últimos años se ha registrado una sucesión de cierres de talleres y plantean la necesidad de buscar un acuerdo «que permita que esta profesión continúe existiendo» al entender que la crisis derivada de la pandemia puede suponer la puntilla.

De Borriana a Oliva

Los artistas que respaldan la propuesta, la mayoría de Alzira y la Ribera pero también de otras localidades -Rafa Ibáñez de Borriana, Palacio i Serra de Oliva o Xavier Herrero de Xàtiva, entre otros-, manifiestan ser conscientes de la realidad económica que pueden afrontar las fallas cuando se recupere la normalidad -existe un temor generalizado a que el impacto de la crisis en el empleo provoque que los censos de las comisiones se reduzcan de forma significativa- y plantean buscar una solución de la mano con las propias fallas: «Creemos que lo mejor para las dos parte sería la contratación de las fallas del ejercicio 2022 y hacer una división de los pagos en un plazo de dos años, sumando los ejercicios 2021 y 2022, con la reducción del presupuesto necesaria por parte de las comisiones para subsistir y consensuada posteriormente con su artista. De esta forma, nuestro colectivo da a las comisiones un margen de tiempo para una regeneración económica y, en nuestro caso, la profesión se ve resentida con las limitaciones económicas pero sin tener que parar la actividad o, en el peor de los casos, tener que cerrar los talleres», exponen.

Los profesionales alegan que no es viable poder mejorar o ampliar el próximo año muchos de los monumentos que ya tienen acabados, en unos casos por limitaciones del emplazamiento y en otros simplemente porque las fallas no han renovado a su artista -entre los firmantes de la propuesta hay profesionales que ya tenían un compromiso para 2021 con algunas comisiones-, y que con la alternativa que plantean las comisiones pueden reducir de forma considerable la asignación a los monumentos en el nuevo ejercicio y, al mismo tiempo, con la perspectiva de dos años, plantearse un aumento en el cómputo global para las fallas de 2022.

Despejar la incertidumbre

Los artistas trasladaron esta propuesta a la Junta Local Fallera de Alzira antes de la primera reunión mantenida con las comisiones para decidir la suspensión de las fiestas de 2020, que finalmente se acordó la semana pasada, y en la misma también solicitaban que se tomara una decisión clara lo más rápido posible para despejar en parte la incertidumbre y poder planificar el futuro.

Fuentes del sector subrayaron que el artista fallero sólo vive de la confección de monumentos por lo que se trata posiblemente del colectivo «más vulnerable» frente a otros sectores vinculados también a la fiesta pero que cuentan con otras opciones. «Sabemos y entendemos la realidad de las comisiones de Alzira, pero también que Alzira es un referente para el resto de poblaciones. Por eso pensamos que si podemos llegar a un acuerdo, Alzira sería un ejemplo a seguir y un vez más se dejaría claro que unidos podemos luchar por un futuro común por nuestra fiesta», expone el escrito de los artistas.

El vicepresidente de la JLF responsable del área de monumentos, Pascual Villén, comentó que esta propuesta de los artistas supone una «buena idea», aunque en última instancia se trata de acuerdos que deberá alcanzar cada comisión con sus artistas tras valorar pros y contras.

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