La Audiencia de Castelló ha dejado en libertad a un acusado de cometer abusos sexuales continuados sobre cinco menores por «las dificultades» que supone la pandemia por coronavirus «para su enjuiciamiento», y pese a que hace menos de un año consideró que había riesgos para las víctimas y peligro de fuga.

La medida supone, según alerta la fiscal del caso en su recurso, «poner a las víctimas en una situación de riesgo e inseguridad evidente», entre otros motivos porque, aunque se ha impuesto al acusado la medida de alejamiento de las niñas, todos viven en un pueblo de unos 5.500 habitantes.

Las acusaciones piden 28 años de prisión para el inculpado, un conserje y entrenador de gimnasia artística femenina de un pueblo de la comarca de la Plana Baixa, a quien acusan de haber abusado sexualmente de cinco niñas que entrenaban con él, con edades comprendidas entre los 6 y los 14 años.

El acusado habría cometido ese delito, según la acusación particular, entre 1992 y 2017. En realidad, la acusación recuerda que fueron trece las víctimas, aunque no se le acuse de buena parte de esos delitos porque han prescrito.

En el auto en el que acuerda la libertad, la Audiencia señala como motivo de su salida de la cárcel que, además de las dificultades para celebrar el juicio, ahora «las circunstancias que se tuvieron en cuenta» para ordenar su prisión preventiva «han variado notoriamente».

En este sentido, señala que el riesgo de fuga es «muy reducido» y que son «inexistentes tanto el peligro de destrucción de pruebas como el riesgo de ataque» a las víctimas que «motivó el anterior agravamiento de su situación de libertad provisional, pero que en este estado de la causa no resultan previsibles».