Nuestro planeta vecino, Marte, es el hogar del volcán más alto del sistema solar. Con algo más de 600 kilómetros de diámetro y 24 de altitud, el monte Olimpo corona el planeta rojo. Su tamaño es tal que, de ubicarlo en la península ibérica, abarcaría gran parte de la misma.

Los volcanes poseen la misma particularidad que los icebergs: apenas vemos parte de su conjunto, solo un porcentaje muy pequeño. En la Tierra, el caso más notable, es el Mauna Kea. Este volcán que forma parte del archipiélago de Hawai no solo es popular por poseer uno de los más importantes observatorios astronómicos del mundo, si no por su altitud. Desde su base en el fondo del océano Pacífico hasta su cumbre llega hasta los 10.000 metros, superando incluso al monte Everest.

A pesar de los impactantes datos de algunos de ellos, esta semana ha sido noticia el Puhahonu. Dos pequeños islotes hawaianos que, a simple vista, esconden debajo al que podría ser el volcán más grande descubierto hasta el momento. Superando por partida doble el volumen de otros volcanes como el Mauna Loa.

Descubrimientos como este nos siguen demostrando que nuestro planeta siempre es capaz de sorprendernos, a pesar de que hayamos estado detenidos durante estas últimas semanas.

La naturaleza se sigue abriendo camino. Quizá pronto nos sorprenda de nuevo. Y confiemos en que, de hacerlo, sea para bien.