El Ministerio de Transición Ecológica ha colgado en su página web el borrador del II Plan para la Adaptación al Cambio Climático (2021-2030). Son dos documentos que van a condicionar la vida de nuestro país en esta tercera década del presente siglo. Bueno, eso si se quieren hacer las cosas bien.

En varios artículos hemos señalado que un plan de estas características es la principal hoja de ruta de un gobierno en sus políticas y sus acciones. En mi opinión, pero es mera deformación profesional, el documento sobre líneas de acción e indicadores, tiene más importancia que el tomo primero donde se realiza el análisis-diagnóstico de la situación existente y se plantean las propuestas de medidas a realizar. Destaco algunas ideas, en una primera lectura, de este Plan: 1) el cambio climático es ya una evidencia avalada en datos científicos, que se aportan en el documento. 2) Tiene una estructura lógica en este tipo de documento: análisis-diagnóstico y propuestas. 3) Se destaca el carácter integral, esto es, que afectan a todas las áreas de gobierno, de las acciones de adaptación al cambio climático.

Se echa de menos un detalle mayor sobre el papel que debe jugar la gobernanza vertical en esta cuestión, en un país de gestión política-administrativa tan complejo como España. Un plan de este tipo no tendrá apenas efecto si no se planifican y coordinan las acciones con las Comunidades Autónomas y, muy especialmente, con las entidades locales, que para mí son la pieza clave de las políticas de adaptación al cambio climático. Y, asimismo, creo que habría que dar mayor protagonismo a la ordenación del territorio en las políticas de adaptación al cambio climático. La reducción de causas (emisiones) y efectos del cambio climático depende sobre todo del tipo de organización espacial y de diseño urbano y arquitectónico existente o futuro.

Está abierto el plazo para presentar comentarios de mejora al Plan. Es una excelente oportunidad para que todos aquellos que estamos preocupados, muy preocupados, por este tema colaboremos y aportemos. Esto está por encima de cualquier ideología política. Luego, si no se participa ahora, no valdrá quejarse.