La Generalitat lleva adquiridas más de 1.000 toneladas de material de protección sanitaria por la vía de urgencia para hacer frente a la pandemia provocada por la covid-19, pero ha tenido que devolver 500.000 mascarillas, 160 respiradores, dos millones de guantes, 140 buzos y 2.000 termómetros que no cumplían los requisitos exigibles para su uso, en un contexto de escasez mundial en el que han proliferado la avalancha de ofertas engañosas y en el que se hacía imprescindible el pago anticipado de los productos para asegurar la distribución.

Las cifras las ha detallado hoy la comisionada para la compra y gestión de los suministros sanitarios necesarios en la Comunitat Valenciana, María José Mira. La secretaria autonómica ha asegurado que el gobierno autónomico ha garantizado la llegada de los equipamientos necesarios para los profesionales "con plazos razonables" pese al riesgo de pérdidas y la "posibilidad de engaños" en un escenario muy difícil dominado por la "competencia feroz" en los mercados a nivel internacional y con todas las previsiones desbordadas. En cualquier caso, Mira ha defendido que se ha recuperado "todo el dinero" y que todo el material defectuoso que no cumplía las condiciones requeridas ha sido devuelto a sus proveedores y o bien ha podido sustituirse por otro adecuado.

La comisionada, que ha comparecido en la comisión de Economía de las Corts a petición propia, ha elevado a 700 las toneladas de material adquirido procedente de China a través de 24 aviones, a las que se suman 26 contenedores con 266 toneladas de equipos traídos en barcos y las compras "considerables" a firmas valencianas y españolas. En total, la Generalitat ha comprado hasta el momento más de 30,5 millones de mascarillas, 30 millones de guantes, 1,5 millones de buzos, 700.000 gafas proteccion, 534 respiradores, 600.000 batas, 100.000 tests de detección del virus, 1,5 millones gorros y 10.000 fundas de difuntos. Todo ello ha costado 80 millones de euros formalizados a través de 63 contratos: se han pagado 63 millones en material, 11millones en equipamientos y 6 millones en transporte de suministros.

Mira ha hecho especial mención en la compra de 534 respiradores, el material "más escaso y demandado", los suficientes para cubrir la asistencia a pobacion. En las próximas semanas, ha añadido, podrán habilitarse 300 camas de UCI más gracias a esta adquisición.

La secretaria autonómica ha explicado la "angustia y desesperación" que atenazaba al equipo encargado de la adquisición de material. "Muy pronto descubrimos que muchos aprovechaban nuestra tragedia para rentabilizar sus negocios poco fiables", ha indicado, en "un mercado internacional convertido en una cueva de piratas y charlatanes que vendían productos milagros que eran fraude".

Ante la apremiante carencia de material, el Consell decidió primero contactar con sus proveedores habituales, pero la mayoría de empresas se encontraban desbordadas por los pedidos y con los "stocks rotos", lo que impedía garantizar un suministro estable.

Mira también ha hecho hincapié en la tarea del gobierno autonómico de asesorar y apoyar a las mercantiles autóctonas para que pudieran adecuar su fabricación a las exigencias de la covid-19, habilitando licencias provisionales para la fabricación y comercialización de mascarillas y batas. Debido a la dificultad mercado internacional, además, se contrató a una empresa de asesoría para "desenvolverse en la junga mercantil de China".

La continua modificación de la normativa aduanera por parte de China ha obligado a renegociar vuelos para evitar el colapso aéreo y a cambiar etiquetados y otras medidas, así como a disponer del material preparado al menos con una semana de antelación para no perder los espacios aéreos. En cualquier caso, Mira ha destacado la apertura de una red con garantías de seguridad para importar meaterial chino.

La secretaria autonómica ha hecho referncia a los requisamientos de material en Turquía o Alemania que dificultaron "enormamente" las necesidades de importación de productos. Con el tiempo, ha ahondado, "fuimos identificando productores poco fiables y a los honestos y serios".

El almacén de material habilitado en Feria València en tiempo record ha permitido definir las entradas y coordinar una ruta de salida para suministrar en los departamentos de salud casi 14 millones de guantes 400.000 batas, 200.000 buzos o más de 4 millones de mascarillas.

La comisionada ha desgranado los mecanismos de control establecidos en colaboración con diferentes institutos profesionales para asegurar los estándares adecuados aplicados al material, después de que se hubieran flexibilizado las exigencias europeas de calidad, a tiempo que ha defendido la adecuación de las compras a todos los permisos y requisitos. En ese sentido, Mira ha apuntado la decisión de importar 20.000 termometros infarrojos pese a que no cumplian con el marcador de la comisión europea, pero que no fueron distriuidos hasta que el equipo técnico los consideró adecuado para su uso en hospitales y residencias.

La secretaria autonómica ha dicho que la respuesta de la Comunitat Valenciana a la escasez de material "ha sido ejemplar", aunque ha pedido "no bajar la guardia" y ha recalcado la necesidad de mantener activos los canales habilitados para la compra de suministros, con una plataforma logistica que asegure un mínimo de producción autócotona que no dependa tanto de los mercados internacionales. Mira ha apelado a la apuesta por una resreva estratégica que garantice el material necesario de forma rápida, eficaz y eficiente ante posibles rebrotes del virus. "Al menos para los siguientes meses tenemos suficiente material adquirido", ha incidido a continuación.

Desde la oposición han afeado a la secretaria autonómica la falta de transparencia en los contratos y han pedido más explicaciones a la comisionada respecto a algunos contratos. Mira ha admitido errores, pero ha hecho hincapié en los esfuerzos incansables del equipo dedicado a lac ompra de material, con jornadas "de 14 horas de lunes a domingo". La secretaria autonómica también ha apuntado a la fluctuación del precio de las mascarillas en función de las condiciones del mercado a lo largo de la crisis.