Más libertades sí, pero mayor empleo todavía no. El alivio en el confinamiento de la población de la Comunitat Valenciana, en fase 1 desde el lunes, ha dado una primera dosis de oxígeno a comercios, bares y restaurantes, principalmente. Han podido reabrir sus puertas, con condiciones, pero sin cita previa y con clientes que anhelaban recuperar una libertad de movimientos que habían perdido con la declaración del estado de alarma. Para muchos incluso esta ha sido la primera vez que sufrían restricciones en su vida.

Pero, de momento, la desescalada no ha sido suficiente alivio para frenar la incertidumbre que todavía existe sobre la propia expansión del virus y sobre la recesión que se derivará de la respuesta a la pandemia. Hasta el propio Banco de España ha tenido que reconocer esta semana que sus pronósticos estaban desfasados, que la crisis será más acusada por su larga duración y que la actividad se podrá contraer hasta más de un 12 % este año.

En este contexto de cautela máxima, las empresas siguen recurriendo a los escudos que la legislación española pone a su disposición para protegerse de la volatilización de los ingresos. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) son la vía más utilizada en esta crisis, gracias a las facilidades otorgadas por el Gobierno de Pedro Sánchez y por las administraciones autonómicas. Nadie quiere que haya despidos permanentes si un expediente que supone la suspensión de contrato o la reducción de la jornada de jornada temporal, mientras dura el estado de alarma, puede evitar una destrucción de empleo que causaría daños estructurales a la sociedad.

Así ha sucedido en la Comunitat Valenciana. La Conselleria de Economía actualizó ayer los datos de ERTE. Desde el establecimiento del estado de alarma el pasado 14 de marzo y hasta el 18 de mayo (primer día de fase 1), se han presentado ante la autoridad laboral de la Comunitat Valenciana 64.854 solicitudes. Estas, divididas entre 58.546 por causa de fuerza mayor y 6.308 por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas, afectan a 405.485 trabajadores valencianos. La cifra se dispara todavía más si, tal y como realizó ayer la Conselleria de Economía por primera vez, se contabilizan los 46.496 trabajadores valencianos incluidos en ERTE de ámbito nacional y que dependen del Ministerio. De este modo, el total de empleados valencianos que han visto suspendidos sus contratos o reducidas sus jornadas de forma temporal se eleva hasta casi el medio millón, concretamente 450.895.

Si se analizan los expedientes contabilizados únicamente en días estanco se comprueba que los ERTE continúan creciendo, sobre todo en servicios y en industria, a pesar de que a un ritmo mínimo y mucho menor al registrado en las fases más duras del confinamiento. Los citados 64.854 acumulados a 18 de mayo suponen 64 expedientes más que los contabilizados un día antes, el 17 de mayo. Es decir, que el primer día de la fase 1 se presentaron 64 nuevos ajustes de plantilla temporales, sobre todo en servicios (nueve de cada diez terrazas valencianas todavía no han abierto por no cumplir las normas).

La Generalitat estimaba hace un mes que la cifra de afectados por ERTE se estabilizaría en las 400.000 personas. Este umbral se ha rebasado ya, incluyendo tanto solo los de ámbito autonómico como los también los expedientes nacionales. Que se haya superado esta estimación es comprensible dada la magnitud de la crisis y las dificultades para realizar cualquier pronóstico, explican a Levante-EMV fuentes participantes en los procesos de ajustes de plantilla.

A pesar del alza de las solicitudes, la Conselleria de Economía ha resuelto el 88 % de los ERTE. Desde el Consell destacan que el volumen de expedientes gestionado ha supuesto multiplicar por 300 la carga de trabajo ordinario en el Servicio de Relaciones Laborales.

El crecimiento en los ERTE, con los citados casi medio millón de valencianos afectados, supone que se haya disparado el número de valencianos que cobran del Estado, con más de 1,95 millones de personas. Esta cifra incluye pensionistas, jubilados, parados que cobran prestación y afectados por ERTE. La cuantía será mayor cuando se implante la renta mínima que se aprobará en el último Consejo de Ministros del mes de mayo. Los primeros 100.000 hogares lo podrán percibir mensualmente. Se desconoce cuántos valencianos se podrán beneficiar de esta medida que en todo caso sería complementaria a la que ya tiene en marcha la propia Generalitat.

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