La Conselleria de Sanidad rectificó ayer la propuesta anunciada el sábado de que solicitaría pasar a la fase 2 de la vuelta a la normalidad. Finalmente, toda la Comunitat Valenciana seguirá en fase 1. Una decisión que se adopta por «prudencia y responsabilidad» en palabras de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que comunicó esta decisión en la primera rueda de prensa que ofrecía desde que el sábado anunció que consideraba que la Comunitat Valenciana «estaba preparada a pasar a la fase 2» - «no fui prudente», admitió- a pesar de que catorce departamentos de salud ni siquiera habían estrenado la fase 1, iniciada el lunes 18 en las áreas más pobladas.
La decisión permitirá que estos departamentos más poblados (que coinciden con las tres áreas metropolitanas valencianas) cumplan las dos semanas preceptivas que el Ministerio de Sanidad ha estipulado como el plazo más razonable y prudente para comprobar que los territorios avanzan con la epidemia controlada. Aunque obligará a las diez áreas de salud que estrenaron fase 1 antes que el resto (Vinaròs en Castelló; Requena, Xàtiva-Ontinyent y Gandia en la provincia de València; y Alcoi, Dénia, La Marina Baixa, Elda, Orihuela y Torrevieja en la de Alicante). Si la evolución de la pandemia no lo impide, la Comunitat Valenciana podría pasar a la fase 2 a partir del 1 de junio (tras solicitarlo al Ministerio de Sanidad el 27 de mayo, que resolvería el 29).
Incremento en seis días
Incremento en seis díasEl motivo que ha llevado a la Conselleria de Sanidad a dar marcha atrás es un «ligero repunte» del «número de reproducción básico instantáneo» (Rt) que es el «número promedio de casos secundarios que cada persona contagiada puede llegar a infectar en una etapa de tiempo (t)», según el Ministerio de Sanidad. Desde el 13 al 19 de mayo ha pasado del 0,72 al 0,89, según la información que publica el Ministerio de Sanidad. Barceló habló de un repunte del 0,66 al 0,85.
Para hacerse una idea de qué representan estas cifras, el pico del número de reproducción en la Comunitat Valenciana se registró el 14 de marzo con un 7,69. «Ese día pasamos de 110 contagios a 430 en sólo un día. No queremos que vuelva a producirse esta situación», explicó la subdirectora general de Epidemiología de la Conselleria de Sanidad, Herme Vanaclocha. Los responsables sanitarios quieren «ver qué ha pasado epidemiológicamente» que justifique este incremento. Según Vanaclocha, «este aumento se ha registrado con el pase de los diez primeros departamentos a la fase 1, por lo que creemos conveniente estudiar la evolución que se produzca con el pase de los catorce departamentos restantes».
Un seguimiento que han realizado en el área de salud de la Ribera en el que saltaron las alarmas cuando se pasó «de 13 a 40 casos en cinco pueblos contiguos». De ahí que solicitaran la fase 1 con restricciones, que finalmente no fueron necesarias. La razón es que se descartó la transmisión comunitaria porque «se revisaron los contactos de los nuevos contagios y se confirmó que era personal sanitario, sociosanitario y convivientes de casos ya controlados» que permite evitar la transmisión descontrolada.
Aunque para hacerse una idea de la complejidad del rastro de los nuevos contagios, recordó que por cada nuevo caso «hay que contactar a cinco o diez contactos». Y en el caso de los últimos contagios de la Ribera -ya controlados- un caso ha tenido 53 contactos. Unas cifras que deben suponer una vacuna contra el exceso de confianza. «Lo peor que puede ocurrir es que volvamos para atrás», aseguró Vanaclocha. Y señaló que el desconfinamiento está detrás de este aumento de casos por lo que hay que garantizar que la fase 1 «no lleva más transmisión. Volver atrás no podríamos permitírnoslo».
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