Los veinte mercadillos de València han decidido no montar sus puestos hasta que les dejen sacar al menos el 50% de los mismos, cosa que solo ocurrirá a partir de la tercera fase de la desescalada. Con el 25% que permite la primera fase y el 33% de la segunda creen que no es rentable, así que aseguran que si el ayuntamiento no flexibiliza esa norma y aumenta tanto el porcentaje de puestos como el aforo, seguirán de momento en sus casas.

Según explicó Antonio Nova, presidente de la Asociación de Mercadillos Municipales de València, en las últimas semanas han mantenido al menos dos entrevistas telemáticas con la Concejalía de Mercados y le han trasladado su decisión de no montar los mercados hasta que no puedan salir al menos el 50% de los puestos y se permita un aforo del 50%.

Según dice, en la fase 1 se permite el 25% de los puestos con el 25% de aforo y en la segunda fase el 33% de puestos y el mismo porcentaje de aforo. Y con esas limitaciones el negocio «no es rentable». «El transporte, montar y estar toda la mañana para que no venga nadie no vale la pena», dice Nova, que asegura que a partir del 50% de puestos y aforo ya «podemos empezar a hablar».

Eso no ocurrirá hasta la fase tres, que se prevé para la segunda mitad de junio, o «ya mismo» si el ayuntamiento modifica esos porcentajes, cosa que, según la asociación, permite el decreto del gobierno.

Ellos son conscientes, en cualquier caso, que esto último es muy difícil por una cuestión de espacio. Antonio Nova explica que en València los mercadillos son de trescientos o cuatrocientos puestos y que el de Castilla, por ejemplo, llega a los 500. Eso significa que ya ocupan mucho espacio y que prácticamente no hay posibilidad de ampliarlos, lo que hace imposible guardar las distancias de seguridad que marca el decreto, es decir, dos metros entre puestos y cuatro metros de distancia con el puesto de enfrente. En consecuencia, piden poder salir al menos el 50% allá donde sea posible y si es posible el 100% mejor. Y si no es así, que se les incluya dentro de las prestaciones por cese de actividad de los autónomos y se les deje exentos de tasas.

Ayer precisamente, el Ayuntamiento de València anunció la suspensión de las tasas para las terrazas de la ciudad y para los puestos de los mercadillos ambulantes, por lo que el consistorio dejará de ingresar más de dos millones de euros. Será además desde marzo a final de año, colocándose València entre las ciudades más generosas de España en este sentido, según explicaron fuentes de Alcaldía.