Los drones se incorporarán este verano a la vigilancia de las playas de València (Malva-rosa, Cabanyal, Saler, Arbre del Gos y Pinedo), según avanzaron ayer fuentes de la Policía Local de València, que desde principios de este año cuenta con una unidad de drones que se estrenó en Fallas (antes de decretarse su suspensión por la crisis sanitaria del coronavirus), en concreto, en la vigilancia de las mascletades y la supervisión de los edificios de la plaza del Ayuntamiento.
La utilización de drones se incorpora así también en la capital valenciana a la vigilancia del litoral. Otras ciudades costeras valencianas como Benidorm o Dénia ya lo habían hecho para reforzar el servicio de vigilancia y socorrismo. Ahora, las exigencias de la pandemia del coronavirus obligarán a utilizarlos, cuando se reabran las playas al baño en la fase 2 de la desescalada, para garantizar que se cumplen las normas de higiene y distancia social que marquen los distintos protocolos de las ciudades costeras.
El uso y disfrute de las playas será, este verano, cuanto menos atípico tras la irrupción del coronavirus. La pandemia ha obligado a desarrollar protocolos, no solo en las playas, también para los hoteles que pondrán a prueba a uno de los sectores motor de la economía española en general y valenciana en particular como es el turismo. Así las cosas este verano puede ser habitual ver a los drones de la policía sobrevolando las playas. Los drones, que ya se han usado para vigilar el confinamiento, cuentan con un sistema de megafonía capaz de lanzar 150 mensajes diferentes según la situación que se produzca, entre ellos mensajes tranquilizadores para las personas que estén en una situación de riesgo, pero tambien de advertencia y disuasión.
Los drones podrán así conminar a los bañistas a mantener las distancias, a no comer o beber, a ponerse la mascarilla y a recordar en definitiva las normas de cada destino turístico par contener y mantener a raya al virus.
