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Más enganchados que nunca al teléfono móvil tras la pandemia

Los expertos trasladan a Puig su inquietud por el repunte de adicciones a las nuevas tecnologías

Más enganchados que nunca al teléfono móvil tras la pandemia

Lo miras por la mañana desde la cama cuando te levantas. Lo vuelves a mirar con el primer sorbo del café. Te duchas y otra vez. En el trabajo o en la pausa de la comida es tu principal aliado. Lo miras cada cinco minutos. Así hasta que el día se acaba y te acuestas. Y si te desvelas lo vuelves a revisar.

El brillo de la pantalla del móvil ilumina cada mañana la mesita de noche de millones de personas en todo el mundo. Vivimos hiperconectados y hasta sufres si sales de casa sin tu teléfono. La crisis del coronavirus ha acentuado la dependencia a las nuevas tecnologías, sobre todo durante la fase de la cuarentena.

La pérdida de interés por las relaciones sociales de siempre o la inestabilidad que produce estar pendiente de quién nos escribe o llama son las consecuencias que deja estar más enganchados que nunca al teléfono móvil. La Generalitat Valenciana vigilará de cerca la evolución de estos comportamientos adictivos por si plantea un plan de prevención tras la desescalada.

El president Ximo Puig y el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, mantuvieron ayer un nuevo encuentro telemático con las personas expertas que asesoran al Consell para continuar avanzando en el análisis y diseño de actuaciones ante la pandemia del coronavirus y abordar los trabajos del proceso de desescalada.

Impacto del aislamiento

Uno de los ejes que incluye esta comisión es el impacto de la cuarentena y las medidas de aislamiento en la salud mental de la población valenciana. Según apuntaron ayer a Levante-EMV fuentes conocedora del encuentro, las personas expertas volvieron a trasladar su preocupación por el uso abusivo de las nuevas tecnologías tras detectar en las últimas semanas un repunte de adicciones al teléfono móvil o tabletas.

Durante cerca de dos meses la ciudadanía no ha podido salir de casa y su ventana al mundo exterior ha sido la pantalla de un teléfono o la televisión. Las videollamadas para conversar con familiares o amigos, el teletrabajo y el uso abusivo de los móviles han disparado los casos de fatiga visual o la sensación de picor en los ojos. Pero hay otras patologías relacionadas con la salud mental que han encendido las alarmas.

Según estas fuentes, el sector de la psiquiatría destacó durante el encuentro telemático de ayer con Ximo Puig el aumento de los casos de estrés o ansiedad entre la población valenciana. También razonó sobre la importancia de gestionar las frustraciones que se están generando durante la crisis, sobre todo por la pérdida de empleos o la aplicación de los ERTE, reacciones lógicas ante una crisis como la actual. Todo ello aderezado por un consumo abusivo, incluso adictivo, de las nuevas tecnologías.

Estos avances tecnológicos han facilitado muchísimo la comunicación entre personas durante la fase de confinamiento, pero la consecuencia de los excesos se verán a partir de ahora.

En este asunto la realidad va por delante de la comunidad científica, pues la adicción al móvil sigue sin estar incluida en el listado de enfermedades adictivas. No obstante, según estas fuentes, la Generalitat se ha comprometido a estudiar el impacto del consumo por si fuera necesario poner en marcha campañas divulgativas para reducir la dependencia a los terminales móviles, sobre todo entre la población joven.

En la reunión de ayer las personas expertas también analizaron la decisión de no pedir el cambio de fase de la C. Valenciana. Según estas fuentes, la comisión mostró su apoyo al Consell en este sentido e insistió en la prudencia a la hora de seguir avanzando en la desescalada. Tal como publicó ayer este periódico, el servicio de atención primaria de la Conselleria de Sanidad realizó un total de 4.120 pruebas PCR (siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa, que permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno y confirmar si una persona está o no infectada por coronavirus. Se las considera las más fiables) entre el 11 y el 19 de mayo.

La cifra representa el 80 % de los casos sospechosos de contagio del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en los centros de salud valencianos, según admitió la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, en la rueda de prensa telemática del jueves para informar de la evolución de la pandemia. Una regla de tres permite concluir que los casos sospechosos que llegan a manejar los centros de atención primaria en sólo nueve días ascienden a 5.150 pacientes, aunque Barceló declinó ofrecer la cifra exacta (que sí notifica al Ministerio de Sanidad). De ahí que las personas expertas recomendaran ayer al Consell avanzar con precaución y cautela.

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