El incremento de la conflictividad laboral que se viene encima amenaza con saturarlo todo. Organismos como el Fogasa, que se encarga de gestionar las indemnizaciones cuando quiebra una empresa, acaba de lanzar un proceso de empleo para contratar a cuatro letrados en València y Alicante. Su problema de falta de medios ya era crónico. En los primeros días del estado de alarma, CCOO pedía un refuerzo de 250 efectivos en toda España.
En medio del tsunami de expedientes, los abogados laboralistas miran a los juzgados con resignación. «En València se iba recuperando cierta 'normalidad' en cuanto a tiempos y señalamientos, ya que desde la crisis de 2008 y la reforma laboral de 2012, la saturación de los juzgados de lo social era tremenda», explica Santiago Calvo, de Pedrós Abogados.
Por ejemplo, procedimientos por despido presentados en enero, se estaban señalando en algunos casos a 4 meses vista; incluso alguno se ha señalado antes del propio acto de conciliación en el juzgado de refuerzo. «No estaba nada mal teniendo en cuenta de dónde veníamos. En reclamaciones de cantidad sí era más fácil irte al año vista, lo cual ahora se acentuará. Hoy mismo me han notificado fecha de juicio de demanda presentada en enero de 2020, para febrero 2021», lamentaba Calvo este jueves.
Problemas para celebrar vistas
La paralización de casi el 100% de las actuaciones, el retraso de casi tres meses acumulado, los asuntos generados este tiempo que van a empezar a llegar a los juzgados, los problemas para celebrar vistas por la seguridad requerida... «Todo ello sin tener en cuenta la conflictividad laboral que se prevé durante los próximos meses o años, que desembocara en más picos de procedimiento laborales, y por tanto, más saturación de juzgados», concluye el experto de Pedrós.
