La incerteza respecto a la evolución que experimentará la pandemia del coronavirus de cara a este verano mantiene en el aire las reglas que regirán la «nueva normalidad». Resulta difícil saber, por ejemplo, si las piscinas comunitarias o las playas finalmente quedarán abiertas al público, y si lo hacen, en qué condiciones. Es por eso que mucha gente, en el caso de este ejemplo, ha optado curarse en salud para garantizar que podrán disponer de una piscina para refugiarse del caluroso verano valenciano.

Las cifras no engañan: las superficies con estos productos han registrado, en este último mes, un incremento en la venta de piscinas desmontables de entre un 150 y un 400 % respecto al mismo periodo del año anterior, según tienda. Una de las inesperadas consecuencias de la pandemia del coronavirus parece que será la llegada, de forma masiva, de este tipo de piscinas a los jardines y las segundas residencias de multitud de ciudadanos.

La empresa Leroy Merlin ya anunció la pasada semana que, a pesar de que hasta hace unos días tan solo funcionaba la venta a través de Internet, el incremento de ventas de las piscinas desmontables era del 350 % con respecto al año anterior. En el Corte Inglés, por su lado, todas las variedades de estos artículos con que contaban en el almacén se han agotado, tanto en sus centros de la Comunitat Valenciana como en toda España, después de que la demanda se haya cuadruplicado en los últimos treinta días, con respecto al año pasado.

En su caso, según informaron fuentes de la empresa, dentro del inventario del menaje de exterior, la venta de piscinas ha pasado de representar un 40 % de la facturación a más de un 90 en el último mes, según detallaron: «Están totalmente agotadas. La mayoría de las piscinas venían fabricadas de China y allí la producción estaba parada, lo que ha retrasado la renovación de las existencias. Esperamos que la nueva provisión llegue ya el próximo mes de junio», avanzaron.

En los dos almacenes con que la superficie Bauhaus cuenta en territorio valenciano —en Alfafar y Paterna—, desde que se abriese la venta presencial dos semanas atrás, la venta de piscinas desmontables ha experimentado un aumento de alrededor del 130 %, en comparación con el mismo periodo del 2019. De momento no han podido abrir las instalaciones, por lo que tan solo atienden a los clientes a través de un mostrador en el exterior de la tienda. En parte por esta obligación, en parte por la gran afluencia de personas en busca de productos tras dos meses de cuarentena, las colas son largas. Y «prácticamente una de cada dos persona que ves haciendo cola se lleva una piscina», ilustraban desde la empresa.

En su caso, Bauhaus cuenta con un almacén central con grandes inventarios, por lo que de momento el suministro de piscinas está asegurado en caso de que la demanda siga a este nivel, durante las próximas semanas. No obstante, sí han tenido problemas con el suministro de otros productos. Como la pintura. «En estos momentos ya no hay problema, pero han llegado a agotarse algunos colores. Mucha gente aprovechó las semanas de confinamiento para pintar en casa», aventuraban. De cara al verano, las piscinas no son el único producto estrella: las superficies también han detectado, según explicaron a este diario, un aumento ostensible de todo el menaje relacionado con el acondicionamiento exterior, como las pérgolas, barbacoas o parasoles.