Las empresas especializadas en control de plagas y sanidad ambiental deberían estar trabajando a pleno rendimiento durante el estado de alarma decretado por la crisis sanitaria de la covid-19. Sin embargo, se declaran «espectadores de lujo». Deberían estar trabajado al 100 % si se tiene en cuenta que solo ellos deberían llevar a cabo las labores de desinfección y limpieza más allá del uso doméstico. Es decir, si el local o recinto está expuesto a terceros, son ellos y no otros quienes deben realizar este trabajo.
Así lo asegura la Asociación de Empresas de Control de Plagas y Sanidad Ambiental de la Comunitat Valenciana (Aecpsa-CV), que aseguran que solo las empresas autorizadas por Sanidad y que figuren inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (Roesb) podrían realizar esta labor para que la desinfección ante la covid-19 «sea real y no ficticia ya que el Gobierno marca una serie de productos a utilizar que solo podemos emplear las empresas especializadas». Pero no es así.
El presidente de la entidad, Juan Carlos Santiago, afirma que el 95 % de las empresas autorizadas «permanecen como meros espectadores a esta crisis sanitaria. Muchos están recibiendo ayudas por estar en casa sin hacer nada ya que la mayoría trabajaban en restauración y el Gobierno no ha contado con nosotros para las tareas de desinfección que era lo lógico ya que es la Administración la que nos ha exigido profesionalidad, nos controla y nos exige una formación específica que ellos han diseñado para que, ahora que somos esenciales y necesarios, se olvide de nosotros, nos vapulee, ningunee y abandone». El sector cuenta con cerca de 1.500 profesionales en activo y otros 1.000 que no ejercen tras haber recibido la formación a través del Servef.
Denuncian intrusismo laboral y aseguran que ahora «cualquiera» hace su trabajo, pero ¿en qué condiciones? ¿con qué productos? ¿con qué formación? «A medida que pasa el tiempo, cada vez aparecen más expertos en desinfecciones. Salen empresas de desinfección a borbotones, como si de un manantial se tratara, no importa a qué se dedicaban antes, ellos o sus empresas. Da igual que fueran antenistas o estuviesen sirviendo copas en un bar, si tienes una mochila para fumigar. Pues a desinfectar. Todos son expertos en desinfecciones y además no se esconden. Se anuncian en internet, ponen folletos en farolas, realizan campañas, y la Administración no mueve un dedo, permitiendo que actúen con total impunidad mientras los profesionales del sector seguimos siendo meros espectadores», dicen desde la asociación.
Por eso, recalcan que «si se contrata a una empresa para realizar labores de desinfección deberá estar inscrita en el Roesb porque las empresas registradas son las que pueden utilizar los viricidas autorizados por el Ministerio de Salud para uso especifico de desinfección de la covid-19, por ser productos viricidas para uso por personal especializado, lo que garantiza la efectividad de las desinfecciones».
Por último, Juan Carlos Santiago alerta del «riesgo de que se produzcan desinfecciones inadecuadas o deficientes por personal no autorizado, que genere una falsa sensación de seguridad» y pide a la Administración que actúe ya.
Las cuatro firmas contratadas por Justicia no constan en el registro
Desde la asociación de empresas de control de plagas y sanidad ambiental afirman que el Consell permite el «intrusismo» que ellos denuncian. Y ponen como ejemplo, el contrato de adjudicación para reforzar la limpieza y la desinfección de los tribunales de justicia de la Comunitat Valenciana por importe de 200.000 euros, tras dividir el servicio en cuatro zonas.
«La primera, para Alicante, se adjudicó a Brócoli Companyia Valenciana I+D. En Castelló, se adjudicó a Ferrovial Servicios SA. En València, para la Ciutat de la Justícia,se formalizó un contrato con la mercantil Clece SL y con Fomento Valencia Mantenimiento i Limpieza SA para el resto de edificios», según anunció Justicia. Ninguna de las cuatro empresas que consiguieron el contrato consta en el registro Roesb.
