El Ayuntamiento de Picanya está desarrollando un plan de apoyo a su comercio local y los negocios implantados en la población, dentro de las acciones por la crisis sanitaria, que se basa en proporcionales todo tipo de medidas para garantizar las condiciones sanitarias e higiénicas.

De este modo, mientras algunos consistorios han optado por subvenciones directas, en el consistorio han valorado que la mejor forma de ayudarles era facilitarles el desarrollo de su actividad en condiciones de seguridad sanitaria, no solo en estas primeras fase sino mientras dure esta crisis.

Así, la primera medida que el ayuntamiento adoptó fue proporcionar a cada negocio mascarillas en función de todo el personal que trabaja allí, tanto en comercios como en empresas. Las mascarillas provenían tanto de la red de voluntariado local que elaboró cientos como de las compras que el consistorio ha realizado, de forma directa o a través de la Mancomunitat de l'Horta Sud, a empresas de la comarca. Estas mas mascarillas también se han ofrecido a la población, en general.

También a los negocios se les han proporcionado mamparas de protección, carteles con todo tipo de normas y otros elementos de señalización que ayuden a guardar las distancias de seguridad.

Con todo, una de las medidas que diferencia a este municipio de la mayoría es que ha sido el propio ayuntamiento el que ha desinfectado casi todos los establecimientos y locales antes de su reapertura, a través de la contratación de una persona de una empresa especializada, que ha actuado con una máquina de ozono. «Antes de abrir, se les ha ofrecido este servicio», explica el alcalde, Josep Almenar.

El consistorio trabaja ahora en la adquisición de nuevos elementos de protección como medidores de la temperatura, que se repartirían en todos los negocios para tomar la de la plantilla y la clientela, y de mamparas separadoras para cuando los bares y restaurantes ya puedan recibir comensales en el interior de sus instalaciones.