Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Consell fijará un impuesto verde para los vehículos contaminantes en 2023

La Ley de Cambio Climático señala zonas prioritarias para las energías limpias y obliga a reservar suelo para su desarrollo en los planes urbanísticos

El Consell fijará un impuesto verde para los vehículos contaminantes en 2023

Impulso a las renovables, fiscalidad verde para los vehículos contaminantes y mayores gravámenes en aquellas zonas de altas emisiones de gases de efecto invernadero. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética autonómica, cuyo borrador vio ayer la luz, trata de dar pasos de gigante de cara a la neutralidad fijada por la Unión Europea para 2050. «No queda tiempo, vamos en dirección contraria y hemos de hacer un gran esfuerzo para revertir la situación», fue la explícita advertencia lanzada por Mireia Mollà, consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Con ese objetivo, se fijará un impuesto para los vehículos contaminantes ya a partir de 2023. Una medida, la del Botànic, más restrictiva que la anunciada hace una semana por la ministra Teresa Ribera en la ley estatal que aún han de refrendar las cortes españolas.

Aunque habrá incentivos para introducir el transporte de tipo eléctrico, también se incorporan «desincentivos» para el que no transite por el camino de la sostenibilidad. Así, se adelanta que todas las nuevas matriculaciones de vehículos que no estén libres de emisiones tendrán que hacer frente a un impuesto a razón de gramos de CO2 por kilómetro liberado a la atmósfera, con una tabla progresiva. «Los que más contaminan habrán de asumir esta carga impositiva», apuntaba ayer la consellera, que reconocía la importancia de favorecer la movilidad con transporte público más asequible para el usuario.

Flexibilizar las instalaciones

El desarrollo de energías limpias como la eólica o la solar en territorio valenciano pasan por un Plan Director con el horizonte 2030 y una producción estimada de hasta 6.000 MW en zonas fijadas como de desarrollo prioritario y unas 12.000 hectáreas a lo largo de la Comunitat. «Tenemos que hacer un salto de calidad en cuanto a la expansión y aprovechamiento de las renovables», enfatizaba Mollà. Algo que pasa por flexibilizar y favorecer este tipo de instalaciones, con la creación de Comunidades Energéticas Locales. «La valenciana es la primera autonomía que regulará por ley esta figura de participación», incidía.

El mapa elaborado por Transicio?n Ecolo?gica a través de Medio Natural deja fuera todos los espacios protegidos, aunque se recuerda que faltan por an?adir las capas de conselleries como Economi?a Sostenible y Poli?tica Territorial.

La ley recoge como novedad que los nuevos planes urbanísticos tendrán que reservar un área de suelo destinada a la producción de energía renovable para garantizar la autosuficiencia. Mollà apeló también a la eficiencia y el ahorro, recordando que la Comunitat Valenciana está aumentado las emisiones, hasta un 42 % en comparación con el año 1990. Un escenario «insostenible» cuando el Consell aspira a reducirlas un 40 % en 2030. Es uno de los objetivos del Botànic II, reiteraba así como garantizar «la transición justa hacia un modelo neutro y resiliente».

Compartir el artículo

stats