Un número insuficiente de diagnósticos de PCR, dificultades para seguir casos sospechosos de coronavirus desde los centros de Atención Primaria y una movilidad de personas «muy fluida» entre departamentos sanitarios con pocos casos de covid-19 y otros con mucha incidencia. Estas son las tres razones principales que esgrimió el Ministerio de Sanidad para impedir el pasado 11 de mayo que el 70 % de los valencianos pasasen a la fase 1 de la desescalada.

El ministerio hizo público el lunes por la noche el análisis del 8 de mayo en el que basó su negativa a que 14 de los 24 departamentos de la Comunitat Valenciana pasaran de fase. Una negativa que cogió con el pie cambiado a la Generalitat, que confiaba en que todos los departamentos cumplían con la condiciones para dejar la fase 0. Y una vez conocido el contenido de estos análisis, el gobierno valenciano sigue sin entender estos criterios y sin compartir la decisión del ministerio que seguramente ha impedido que la Comunitat pueda estar ahora en la fase 2 como sí están otras autonomías.

«No sabemos qué criterio ponderó el ministerio para tomar esta decisión que seguimos sin compartir», subrayó ayer la consellera de Sanitat, Ana Barceló. Cabe recordar que la Generalitat explicó que no había hecho tantos PCR como otras comunidades porque el protocolo del ministerio establecía que era a partir del 11 de mayo, y no antes, cuando se tenía que diagnosticar con este tipo de test a todos los sospechosos.

«Ahora en los informes vemos que otras comunidades también esperaron al día 11 para hacer los PCR y sí pasaron a la fase 1», indicó ayer la consellera. «Seguimos sin saber muy bien cuál era el criterio para que pasaran unas comunidades y otras no y, por lo tanto, seguimos sin compartir la decisión».

Barceló, que ayer anunció que la Generalitat ha pedido el pase a la fase 2, mostró su esperanza de que en el informe que el ministerio haga a este respecto los criterios queden más claros.

Recomendaciones de mejora

El análisis del 8 de mayo por que el que la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, recomendó al ministerio que solo pasasen 10 de los 24 departamentos valencianos a la fase 1, incluía también varias «recomendaciones de mejora» dirigidas a la Generalitat para avanzar en la desescalada. Así, le pedía «realizar un esfuerzo para asegurar» la realización de PCR a entre el 80 y el 100 % de los casos sospechosos en 24 y 48 horas (algo que siguen sin hacer en la fase 2 la mayoría de las comunidades) y hacer seguimiento de los contactos estrechos de estos sospechosos. Destacaba que una semana antes de presentar la Generalitat su petición de pasar al completo a la fase 1, había más de 2.000 personas con síntomas a los que aún no se les había hecho este tipo de análisis.

Aparicio recomendaba además que se llevase a cabo una valoración continua del impacto de la desescalada, especialmente en las zonas donde se concentraban más casos: Castelló, València ciudad y su área metropolitana y la conurbación Alicante-Elx.

La responsable de Salud Pública reconocía que la situación epidemiológica en la Comunitat marcaba hasta el 8 de mayo una tendencia favorable pero subrayaba la existencia de más de 1.000 casos detectados en 14 días (entre el 24 de abril y el 8 de mayo) en Alicante y en València y casi 200 de Castelló.

El informe recogía además que una semana antes de tramitarse la petición, un alto porcentaje de las todavía pocas personas sospechosas de covid-19 a las que se les había diagnosticado mediante PCR en los centros de primaria (el 35,1 %) dio positivo, lo que indicaría que había «una circulación considerable de virus en la comunidad con el riesgo de que se produjera un aumento de casos si esta situación no se controla».

Aparicio también subrayaba ese 8 de mayo que en la Comunitat existían departamentos con incidencias por debajo de la media pero que estaban en contacto con otros con tasas superiores a 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días. La tasa adecuada debería ser de 15 por cada 100.000.

El informe del 15 de mayo

Una semana después, la dirección general de Salud Pública remitió otro informe al ministerio en el que proponía que los 14 departamentos de salud valencianos que el 11 de mayo se habían quedado en la fase 0 esta vez sí pasasen a la 1. Entre un informe y otro, el ministerio constata una reducción en el número de casos detectados, una mejora en la capacidad para hacer PCR y en el seguimiento de casos desde los centros de atención primaria, y un mayor control de las residencias.

Pese a todo, Aparicio insistió en varias de las recomendaciones como el «esfuerzo» para asegurar la realización de PCR al 100 % de los sospechosos, reforzar el funcionamiento del circuito de diagnósticos en primaria, y hacer un «seguimiento estrecho» de la situación epidemiológica en ocho departamentos: la Plana, Sagunt, València-Hospital General, los cuatro de la conurbación Alicante-Elx y, sobre todo, la Ribera.