El paseo de una rata por los despachos, causando pavor entre el personal, captado por un vídeo casero (que puede contemplarse en la edición digital de Levante-EMV), ha sido el último episodio denunciado por los trabajadores del Centro de Salud de Castellar-Oliveral, que han visibilizado lo que consideran graves deficiencias del local, en el que se permanece en régimen de alquiler desde lo años ochenta del pasado siglo por la Consellería de Sanitat. Especialmente para afrontar las medidas higiénicas y de sanidad que se requiere para afrontar la crisis sanitaria de la covid-19.

Entre las numerosas deficiencias, describen que el centro está compuesto por «cubículos interiores de cuatro paredes sin ventana», hasta un total de diez espacios, incluyendo la sala de la clínica «casi un zulo, por el que pasan diariamente cien personas» y que se comparte con actividades como extracciones, urgencias, vacunaciones o saturaciones de heridas. «El acumulo de patógenos y gérmenes contaminantes que este habitáculo ínfimo concentra diariamente es del todo intolerable. Decir que entre paciente y paciente resulta absolutamente imposible poder garantizar la salubridad óptima, de ellos y la nuestra, pues la estructura».

La ausencia de elementos básicos como agua caliente y duchas y la obsolescencia de los equipos informáticos o el mobiliario y la ausencia de personal de seguridad se combinan con las plagas «de cucarachas y ratas».