Los muchos desajustes que el confinamiento y en general la crisis del coronavirus ha detectado en la sociedad afectan, de una manera o de otra, al conjunto de las personas, pero en esta situación son muchos los especialistas que han centrado su atención en la población de menor edad.
Entre ellos está la psicóloga Jéssica Gregori, de Simat de la Valldigna, quien señala que, en una situación como la que se ha vivido y se vive, es necesario prestar especial atención a los niños.
Según señala Gregori, los menores «han cambiado completamente su rutina diaria» y, por ese motivo, es importante que los mayores, especialmente los padres, «aborden esta situación con mucha paciencia».
Una de las situaciones extrañas y preocupantes que se han detectado es la de niños y niñas que ahora prefieren no salir de casa, algo que no resulta conveniente porque afectaría negativamente a sus relaciones sociales, sobre todo con menores de su misma edad.
«Debemos averiguar los motivos de por qué ahora prefieren quedarse en casa y no presionarlos», indica la psicólogo, quien apunta que, según los casos, algunos «pueden sentir temor o angustia ante las medidas que se tienen que seguir después del confinamiento». Por eso, añade, «lo más importante es dialogar y generar una situación de reto-meta», de manera que «se negocien salidas cortas con tiempo y distancias prefijadas para después incrementarlas paulatinamente».
Gregori recomienda que, en ese proceso, son útiles técnicas como la de incluir juegos durante el trayecto para motivar a los niños y que, en poco tiempo, superen en sus mentes el largo tiempo que han tenido que permanecer sin salir de casa. Y también el hecho de que ahora deban hacerlo con mascarilla y en unas nuevas condiciones que, entre otros aspectos, les impiden jugar con sus amigos como hacían antes. «Proponerles actividades de observación de la naturaleza o pedirles que pongan en práctica las medidas de seguridad» son, según la especialista, aspectos que sirven para esta especie de «desescalada sicológica» necesaria.
Gregori concluye que, ante esa situación, no solo hay que corregir la información equivocada que ellos hayan podido asimilar, sino también «ofrecer apoyo, transmitir tranquilidad y apoyo, sin esforzarse en dar muchos más detalles de los que ellos piden».
