La residencia Santa Elena de Torrent, primer centro de la Comunitat donde se detectara un brote de coronavirus, antes de que ningún organismo adoptara medidas de confinamiento contra la pandemia, y donde el Covid-19 se ha cobrado la vida de 22 de sus residentes, agradece en una carta remitida a la consellera de Sanitat, Ana Barceló, el trato que se les ha dispensado desde que el pasado 16 de marzo el centro fue medicalizado. Esa medida, prolongada hasta la fecha, «ha sido esencial para que todos los residentes recibieran el tratamiento sanitario que necesitaban, y para que la gran mayoría haya podido superar el contagio», asegura el portavoz de la fundación en su escrito.
En el mismo, el patronato reconoce que se adoptaron «decisiones difíciles», en referencia al no traslado al hospital de algunos ancianos contagiados que se encontraban en estado grave y que acabaron muriendo en la residencia tras recibir cuidados paliativos, tal y como informó en su día el 25 de marzo Levante-EMV. «Fueron decisiones difíciles, que nos dolieron a todos, pero se adoptaron siguiendo estrictos criterios profesionales técnicosanitarios», aclara el portavoz.
Estos residentes, que no fueron derivados al hospital, al encontrarse el centro ya medicalizado por el departamento de salud del Hospital General, fueron atendidos por médicos de la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD), personal médico asignado a la residencia y facultativos del SAMU, recibiendo cuidados paliativos «atendiendo a criterios estrictamente técnico sanitarios que se documentaron por escrito, y que cuyas propuestas se sometieron a la consideración de los familiares de los residentes».
Un 57% no fueron hospitalizados
La consellera Ana Barceló esgrimió ayer durante su comparecencia en Les Corts esta carta de agradecimiento, remitida el pasado lunes por el patronato de la Fundación Santa Elena que gestiona la residencia de Torrent, ante las acusaciones del PP en las que se cuestiona su gestión durante la pandemia en los centros sociosanitarios. Desde el grupo popular le echan en cara un informe de Sanidad que reconoce que el 57% de los residentes contagiados que finalmente fallecieron no fueron hospitalizados, habiendo capacidad en las unidades de cuidados intensivos de los centros hospitalarios de la Comunitat.
Barceló leyó la misiva del gestor de este centro, uno de los más castigados por el Covid-19, «al tener la particularidad de que el contagio se mostró con virulencia durante la segunda, tercera y cuarta semana de marzo, y que la edad media de los residentes fuera de las más altas de entre las residencias de la Comunitat». De hecho, cuando el 9 de marzo se cerró el centro y se prohibieron las visitas «ya teníamos el problema dentro con quince infectados», explicaron fuentes de Santa Elena a este periódico.
Barceló incidió en que la toma de decisiones de no enviar a alguno de los residentes al hospital fueron formuladas «por médicos, siguiendo criterios técnicos», propuestas que «se sometieron a consideración de las familias». «Nunca jamás Sanitat emitió ninguna orden, la conselleria confía en todos sus profesionales», remarcó la consellera.
Desde el patronato de la fundación «lamentan muchísimo el fallecimiento de quienes no han podido curarse, pero nos queda la tranquilidad de que han tenido a su disposición todos los medios sanitarios disponibles, y de que esos medios se han aplicado a todos los residentes contagiados, atendiendo a las patologías de cada caso concreto».
