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Las ventas en alimentación caen un 2 % por la ausencia de visitantes

La facturación del comercio minorista se desploma un 30 % en abril en la Comunitat Valenciana

Las ventas en alimentación caen un 2 % por la ausencia de visitantes

Confinados en casa durante semanas por el estado de alarma y con la inmensa mayoría de los servicios cerrados a cal y canto para no propagar más el coronavirus, estaba cantado que el comercio experimentaría un desplome de sus ventas el pasado mes de abril, el peor de la pandemia hasta la fecha. Y así ha sucedido, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística, que sitúa el descenso en la Comunitat Valenciana en un 30,6 %, casi un punto menos que la media española.

Menos previsible resulta que uno de los escasos subsectores comerciales que no bajaron las persianas durante el citado período, es decir, los establecimientos de alimentación, también registraran descensos en el volumen de ventas. En el caso de la Comunitat Valenciana, la bajada fue del 2 % anual, superior al 0,6 % de la media nacional. La evolución de la autonomía está en sintonía con lo sucedido en la mayoría de las regiones, incluidas las islas y las zonas del arco mediterráneo. Por contra, los incrementos en las ventas se dan en Madrid, Navarra y La Rioja y el resto de autonomías del Cantábrico, con alzas que van del 0,7 % al 5,9 %.

¿Por qué se han comportado las diferentes regiones de manera tan dispar en un tiempo en el que el confinamiento fue homogéneo? El INE explica al respecto que este año la Semana Santa también ha tenido lugar en abril y que esos días no hubo desplazamientos. A ello hay que añadir que durante el mes tampoco hubo visitantes extranjeros y que bares y restaurantes estuvieron cerrados. Por tanto, aunque los valencianos elevaran el gasto en alimentos y bebidas en sus domicilios, esa subida no fue suficiente para compensar lo que han restado los otros factores, singularmente la pérdida de visitantes. De hecho, Madrid, cuyos habitantes llenan las costas valencianas y del resto del Mediterráneo durante Semana Santa, es la autonomía con un mayor aumento de las ventas, con el citado 5,9 %.

El descenso del 31,5 % de España es la caída más pronunciada de la actual serie histórica, que se inicia en el año 2000, según el INE, que destaca que, desde marzo, cuando las tiendas permanecieron abiertas la mitad del mes, el descenso del comercio ha sido del 20,4 %. Desde el mismo mes del año anterior, las ventas de productos no alimenticios han registrado los mayores descensos (53,2 %); las de equipo personal (vestido y calzado), un 81,4 %, y las de equipo del hogar, un 59,1 %.

En abril se produjo una situación «inédita», señala el INE, ya que cerca del 46 % de las empresas de comercio minorista estuvieron cerradas al público y sólo pudieron vender online, la primera vez que ocurre algo así. Esto ha provocado un notable incremento del comercio electrónico y las ventas de las empresas cuya actividad principal es el comercio al por menor por correspondencia o internet, como Amazon, crecieron un 52,9 % respecto al mismo mes del año anterior.

Por otro lado, el instituto detalla también la evolución del mercado laboral en el comercio minorista, bajo la premisa de que los trabajadores afectados por ERTE siguen figurando en nómina de sus empresas. Así, en la Comunitat Valenciana se produjo un descenso del 1,1 %, nueve décimas inferior al 2 % de la media española. Las autonomías más damnificadas fueron las más turísticas: Baleares (6,3 %) y Canarias (3,4 %).

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