La Ley Valenciana de Cambio Climático y Transición Ecológica y su homóloga de rango estatal presentada hace una seman por la ministra Teresa Ribera coinciden en los grandes temas de mitigación y adaptación, pero la autonómica contempla particularidades. Una de ellas aparece reflejada en el Capítulo II, dedicado a los instrumentos de planificación. En él se incluye la obligatoriedad para todas las entidades locales de aprobar Planes de Cambio Climático con medidas de acción para el clima y la energía sostenible.
Estos planes deberán contener, como mínimo, un análisis y evaluación de emisiones de gases de efecto invernadero, así como la identificación y caracterización de los elementos vulnerables. Además, tendrán que recoger las estrategias para la mitigación y adaptación que incluya las posibles modificaciones adecuadas del planeamiento urbanístico y las ordenanzas municipales.
Estas planificaciones, se señala en el borrador de la futura ley valenciana, podrán financiarse con el Fondo para la Trasicición Ecológica si los municipios aplican medidas fiscales que incentiven las buenas prácticas, «favoreciendo la mitigación y disminuyendo la vulnerabiliadd y desincentiven las malas prácticas». Las localidades de población inferior a 5.000 habitantes podrán aprobarlos de forma mancomunada o individual.
