Una cumbre territorial para abordar entre todas las administraciones valencianas la última fase de la desescalada y la reconstrucción de la C. Valenciana tras el golpe que ha supuesto la emergencia sanitaria sin precedentes del coronavirus.

Pedro Sánchez anunció ayer que el Estado devolverá a las comunidades autónomas todas sus competencias para que gestionen la fase final de la pandemia y Ximo Puig quiere abordar este proceso sin centralismos, alejándose de las formas empleadas hasta ahora por el Gobierno central que tanto han irritado a las autonomías. Al menos esa es la intención inicial en el Palau.

El jefe del Consell anunció ayer en la rueda de prensa posterior a la reunión telemática que cada semana mantiene Sánchez con las autonomías que impulsará desde este lunes una cumbre territorial, en la que participarán las grandes ciudades valencianas, municipios y diputaciones, para abordar la gestión de la fase 3 y la reconstrucción «sin centralismos, respetando la diversidad» del territorio.

En esta cumbre participarán los alcaldes de las principales ciudades -València, Alicante, Castelló y Elx-, así como las tres Diputaciones provinciales, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FMPV), las mancomunidades y el ente que aglutina a los municipios valencianos del interior. De este modo, Puig pidió alejarse de posiciones partidistas y cohesionar la C. Valenciana. Una propuesta que a su juicio dará mayor solidez «a esa voluntad de levantarnos juntos».

«De lo que se trata es de que trabajemos juntos para coser la C. Valenciana. De esta manera, junto a la Generalitat Valenciana, tendremos representadas a las grandes ciudades, municipios, mancomunidades o provincias. Todos están convocados a un consenso territorial e institucional que aumente la eficiencia de las medidas para la recuperación», afirmó Puig.

En este sentido, el president razonó que «cada mirada es distinta y que todos aportan. Nadie lo puede todo en solitario, por eso necesitamos escucharnos y consensuar». Según Puig, este será el camino hacia una «normalidad mejorada que debe incorporar las lecciones aprendidas y también las oportunidades creadas». La primera de las reuniones tendrá lugar este lunes en el Palau.

Además, el dirigente socialista reiteró su intención de solicitar la convocatoria de un pleno monográfico en el parlamento valenciano que permita «recoger todas las iniciativas que los distintos grupos puedan plantear con mirada europea», pues resulta fundamental, defendió, que la C. Valenciana «elija bien» cómo, de qué manera y en qué «quiere inyectar el dinero europeo», especialmente después de que el presidente del Gobierno anunciara ayer a las comunidades su participación en la gestión de los fondos concretados esta semana por la Comisión Europea.

Por otro lado, el president ha propuesto institucionalizar la conferencia de las comunidades autónomas con el Estado. Cree que «ha sido un mecanismo muy positivo para plantear iniciativas comunes», así como también todas las conferencias sectoriales.

«Esta cooperación de espíritu federal tiene que fortalecerse para los retos que vienen y que no solo competen en las comunidades autónomas o al Estado, sino a todos y a todas», expuso durante la rueda de prensa.

Cambio de fase

A partir de este lunes 1 de junio se entra en el ecuador de la desescalada, con València como la ciudad española más grande en fase 2, y la C. Valenciana como la segunda autonomía más poblada que accede en su totalidad a ella.

Respecto a la posibilidad de que el territorio valenciano pida pasar de fase a finales de semana. Puig pidió ayer prudencia porque, pese a que los datos son positivos, cualquier repunte o brote, por leve que sea en su fase inicial, puede provocar que el virus avance sin control si no se da una respuesta adecuada.

«Actuaremos de acuerdo a lo que digan los expertos y con voluntad de transparencia y de situar el interés de las personas y la salud por encima de cualquier cuestión», destacó. Así, reiteró que estos días deben hacer análisis «profundos», sector por sector, y se plantearán cuestiones primando la seguridad sanitaria e intentando reactivar la economía. «A la temporada turística hay que darle la mayor seguridad posible», matizó el jefe del Consell.

Ximo Puig repitió que «la pandemia está ahí. No está superada y no quiero crear falsas expectativas». Y agregó: «Si no cambia la tendencia, dentro de 15 días estaremos en Fase 3 -15 de junio- y el Gobierno valenciano tendrá capacidad para decidir cómo se gestiona».

En cualquier caso, Puig recordó que a partir de este lunes las tres provincias valencianas al completo entrarán en la fase 2: «Avanzamos con voluntad de intensificar la reactivación económica y ganar calidad de vida. Lo hacemos con responsabilidad y prudencia», puntualizó. «Todos ganamos después de un inmenso esfuerzo que han seguido más del 92% de los valencianos», agregó el president de la Generalitat.

Ayudas contra la pobreza

Sobre el ingreso mínimo vital, Puig confirmó que el Gobierno central ha aceptado la propuesta del Consell para cogestionar los fondos y aseguró que 100.000 familias valencianas se beneficiarán de este plan estatal contra la pobreza. El jefe del Consell aplaudió la iniciativa, recordó que ya la puso en marcha el Botànic y ahora espera que la cogestión agilice y facilite la tramitación de expedientes.

Puig insistió en la «máxima colaboración posible» y avanzó que el Consell firmará un convenio con el Gobierno para materializar la cogestión. Respecto a las declaraciones del ministro José Luis Escrivá en las que aseguraba que, «quitando el País Vasco y Navarra» en el resto de España (...) no están en condiciones para gestionar la ayuda», Puig respondió que si «tuviéramos hacienda foral tendríamos más capacidad».