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Los pediatras temen un brote de sarampión por la brusca caída de las vacunaciones

La vacunación de triple vírica, que se pone al año de vida, cayó a la mitad el pasado mes de abril - Los centros de salud buscan ahora de forma activa a los niños que deben inmunizarse

Los pediatras temen un brote de sarampión por la brusca caída de las vacunaciones

La Conselleria de Sanidad ha dado orden a los pediatras valencianos para que busquen «de forma activa» a todos aquellos niños, sobre todo menores de dos años, que deberían haber recibido sus vacunas durante estos pasados dos meses pero que, a causa del estado de alarma por el coronavirus, no han completado su calendario vacunal. El objetivo es salvar la brusca caída de inmunizaciones incluidas en el calendario que ha provocado la pandemia y que deja a toda una cohorte de niños a merced de enfermedades como la rubeola o las paperas y, en especial, el sarampión, del que se teme un nuevo rebrote a nivel mundial frente al que ya ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según datos de la Dirección General de Salud Pública recogidos por la Asociación Española de Pediatría (AEP), las vacunaciones de triple vírica -que inmuniza contra estos tres patógenos a los 12 meses de edad- cayó a la mitad en la Comunitat Valenciana el pasado mes de abril y un 44 % en marzo. Las caídas son más suaves, aunque también significativas en vacunas importantes para los bebés como la hexavalente que se pone a los 4 meses contra la hepatitis B, el tétanos, la difteria, la tosferina o la poliomielitis.

«Es una bajada recuperable y estamos a tiempo para hacer esa recaptación pero hay que hacerla, no podemos dejarlo pasar», explica la pediatra valenciana María Garcés, investigadora de Fisabio y miembro también de la Asociación Española de Pediatría. El motivo es el miedo a que haya rebrotes de enfermedades contra las que se suele haber una importante inmunidad de rebaño como el sarampión pero que «supondrían un peligro si bajamos de un 95 % de cobertura vacunal como está sucediendo ahora», añade la pediatra.

La OMS ya ha advertido de las consecuencias que podría tener la bajada de coberturas vacunales frente a esta enfermedad en países menos desarrollados -y en aquellos con un sistema sanitario más fuerte- sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado hubo un fuerte rebrote. La Comunitat Valenciana ya se enfrentó en 2018 a un brote de sarampión -introducido por dos menores sin vacunar- que obligó al año siguiente a «repescar» esta vacuna para las personas de entre 25 y 44 años, tramos de edad en los que las dosis de la triple vírica aún no se habían introducido o no se habían generalizado.

«Se habla ahora del R0, el índice de reproducción del coronavirus, es decir a cuántas personas puede contagiar una persona enferma. Para el coronavirus se estima que el R0 es de 2-3 mientras que para el sarampión, que es sumamente contagioso, el índice de reproducción va del 12 al 18», ejemplifica la pediatra.

De esta forma y según una instrucción emitida por la Dirección General de Salud Pública el pasado viernes, el objetivo es buscar sobre todo a los niños menores de dos años que no hayan recibido sus vacunas, pero también garantizar que tanto las embarazadas, como los grupos de riesgo o los adolescentes -para protegerse frente al meningococo- reciban esas vacunas que no se han puesto desde marzo. El Ministerio de Sanidad ha pedido a todas las comunidades que hagan lo mismo ya que la caída de indemnizaciones ha sido generalizada.

El parón casi total de la actividad normal de la Atención Primaria a causa de la pandemia está detrás de esta bajada de la cobertura vacunal. Centrados en lo urgente, los sanitarios han tenido que dejar de lado lo importante, aunque ya a mediados de marzo tenían orden de mantener en lo posible las primeras vacunas que se ponen a los niños poco después de nacer, la primovacunación, que es la que ha registrado unas bajadas más leves.

En las dosis de triple vírica que se pone a los 12 meses se pidió priorizar a los niños «más vulnerables», con la idea de recuperar después las buenas coberturas vacunales que tiene la Comunitat Valenciana. Sin embargo, la falta de circuitos «limpios» de covid-19 en algunos centros de salud e incluso el miedo de los padres a llevar a sus centros de salud a los niños en mitad de la pandemia han hecho que la vacunación haya dejado registros que hace tiempo no se veían.

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