«Me llamo José y tengo 82 años. Vuestras cartas nos causaron mucha emoción». Los ancianos del Asilo Hospital Hermanos Cholbi de Xàbia se asomaron en el momento más duro del confinamiento a una ventana de esperanza. La abrieron de par en par los alumnos del instituto Antoni Llidó al enviarles cartas de aliento. Los jóvenes se mostraban convencidos de que los residentes estaban afrontando con mucha valentía esos días de soledad y angustia.
Fue la profesora de Lengua y Literatura María Ángeles Camarasa la que pidió a sus alumnos que escribieran una misiva a un anciano desconocido. Las cartas tenían tanta fuerza que esta docente le planteó a la directora del instituto, Amparo Cortell, que deberían tener un destinatario. La directora contactó con la concejala de Educación, Montse Villaverde. La policía local llevó esas epístolas de esperanza al Asilo Hermanos Cholbi.
Los residentes han contestado. Y tanto. Admiten que las cartas les infundieron mucho ánimo. Las leyeron con emoción. Aceptaron la sugerencia de los alumnos de relatarles cómo estaban viviendo el confinamiento en una residencia, la de Xàbia, que, como todas, adoptó estrictas medidas de aislamiento para evitar contagios. Mayores y jóvenes han tejido un vínculo especial a través del hilo poderoso de la correspondencia.
