El malestar de algunos barones regionales del PP por el tono empleado en el Congreso por la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo se evidenció hace unos días cuando el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo crítico el «espectáculo parlamentario» protagonizado entre ésta y Pablo Iglesias.
Lejos de posicionarse o de sumarse a una guerra interna entre bloques, sin embargo, en suelo valenciano la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, se mantiene al margen del ruido de sables procedente de Madrid y prefiere orillear las polémicas a nivel nacional para focalizar todas sus intervenciones en atacar la gestión de la pandemia por parte del Consell, con Ximo Puig como diana preferente de sus dardos, en un momento en el que el partido está a la espera de que se abra el melón de los congresos regionales y en el que la líder popular opta por marcar distancias con Vox en virtud de una mayor centralidad en la búsqueda de soluciones a la crisis.
Ayer, sin ir más lejos, Bonig acusó al president de ser menos reivindicativo de lo que aparenta en las reuniones con el presidente Pedro Sánchez y de «contraprogramar» la comisión de reconstrucción en las Corts con una cumbre con alcaldes y presidentes de diputación celebrada en el Palau.
Lo hizo durante la presentación de un plan de apoyo al comercio local y de proximidad que incluye propuestas como un cheque de 10.000 euros a las tiendas o la petición de que las grandes superficies retrasen sus «rebajas agresivas» para no perjudicar a los pequeños comerciantes.
Medidas que contradicen el espíritu liberal abanderado por la dirigente popular, tal como la propia Bonig reconoció. «Parece mentira que una persona liberal como yo tenga que proponer esto, pero otros no lo han hecho», se justificó la presidenta del PPCV, que recalcó que el pequeño comercio representa un 12 % del tejido empresarial y «no está representado en la comisión de reconstrucción de las Corts». Bonig defendió que el cheque se abone hasta dos meses después de finalizado el estado de alarma para que los comerciantes dediquen el dinero a proyectos de mejora de la competitividad o a sufragar gastos fijos de funcionamiento, de manera que puedan competir en mejores condiciones con las grandes superficies. La iniciativa incluye un video que agradece la labor de los pequeños comerciantes y pretende estimular la compra en este tipo de locales «PSPV, Compromís y Unidas Podemos atacaban a las grandes superficies y se mostraban a favor de hacer barrio, pero ¿donde están ahora?», apuntilló la dirigente, que calificó de «obsoletas» las ayudas promovidas por el Consell para paliar los efectos de la pandemia en los autónomos porque, a su juicio, no llegarán a los necesarios.
Por otra parte, la líder insistió en el «desprecio evidente del gobierno de Sánchez» hacia la Comunitat Valenciana a cuenta del portazo momentáneo a la cesión de la gestión del ingreso mínimo vital.
«Desprecia a las familias»
A modo de respuesta, el síndic socialista en Les Corts, Manolo Mata, acusó a Bonig de mostrar un «absoluto desprecio a las 100.000 familias valencianas que recibirán el Ingreso Mínimo Vital (IMV)» y defendió que la nueva ley recoge mecanismos de cogobernanza con las comunidades a partir de 2021.
