Pequeñas mamparas en los despachos y conserjería, gel hidroalcohólico sobre las mesas y mascarilla puesta desde la puerta, donde flechas y cinta aislante pegada en el suelo marcan cuál es la dirección de la marcha y la distancia con otras personas que puedan transitar por el mismo pasillo. Así encaran los centros valencianos la fase 2 en la que, por primera vez desde el pasado 13 de marzo, podrán volver a acoger a alumnos, eso sí, una pequeña parte y de forma puntual y voluntaria, tras haber sido contactados por los docentes o contar con cita previa.

En la actual fase de la desescalada, que toda la Comunitat Valenciana estrenó ayer, la norma general para todos los niveles es que se mantiene la formación online hasta final de curso (17 y 18 de junio), como ya anunció la Conselleria de Educación. Lo que sí es nuevo es que el alumnado que titula (6º de Primaria, 4º de ESO y 2º de Bachillerato y de FP), podrá recibir clases puntuales o realizar actividades presenciales en grupos de como máximo 10 personas, según las instrucciones recogidas en la resolución del 26 de mayo. Asimismo, también se abre la posibilidad de realizar tutorías o sesiones de refuerzo para el alumnado que lo necesite o no ha tenido la misma oportunidad de seguir la formación telemática por falta de medios.

Por esto, ayer muchos centros valencianos ultimaban preparativos y reforzaban la limpieza para recibir hoy a los primeros alumnos desde el confinamiento. Uno de ellos es el IES Lluís Vives de València, que este curso forma a más de 1.000 estudiantes, por lo que es uno de los más grandes de la C. Valenciana.

Su directora, Carmina Valiente, aclara que «no vuelven las clases, sino la atención presencial individual que de verdad sea necesaria, para dar repaso de contenidos y materias, tutorizar o dar recomendaciones».

«Desde la semana pasada estamos preparando las señales y las indicaciones, y el alumnado debe venir concienciado», apunta la directora, que también detalla que el centro está habilitando espacios como el gimnasio, el salón de actos y la biblioteca para realizar los exámenes que sí se mantienen (la evaluación final del Bachillerato nocturno y la convocatoria extraordinaria del resto de niveles, aunque esta última será «residual», adelanta).

Así, el centro ha organizado un 'cuadrante' para que, si un grupo de alumnos asiste a alguna clase a petición de un docente, estos «aprovechen» el desplazamiento y puedan tener alguna otra sesión de otra asignatura esa misma mañana pero, en todo caso, nada que ver con el horario habitual y siempre de forma puntual. Además, el alumnado deberá llevar mascarilla (de casa) y mantener dos metros de separación física.

Según las normas de Educación, los centros podrán estar abiertos para estas tareas de 9.00 a 13.00 horas.

Toni González Picornell, presidente de Adies-PV (Associació de Directives d'IES del País Valencià) valora que las instrucciones de la conselleria prioricen a unos estudiantes y eviten una vuelta a las aulas masiva («no abrimos para un número muy significativo de alumnos») y que se ha dado tiempo a los centros a poner en marcha las normas marcadas por Sanidad, como por ejemplo, cambios en los accesos o establecer un registro de entrada (por si hubiera algún caso de covid-19, saber quien estuvo en el centro ese día).

Así, detalla que es «muy importante» controlar las entradas y salidas, y pide a las familias que el alumnado que vaya a los centros porque así se ha acordado con sus docentes, lo haga «con la temperatura tomada en casa y con mascarilla».

Quienes sí ha descartado la Conselleria de Educación que este curso vuelvan a las aulas son los escolares de Educación Infantil y el alumnado de los centros de Educación Especial que, igual que en el resto de niveles y centros, continuarán su formación estas dos semanas de manera telemática.

Más de 126.000 alumnos

En total, en los colegios e institutos valencianos estudian más de 126.000 alumnos (de un global de 800.000) que este curso se juegan pasar a Secundaria o los títulos de ESO y Bachillerato. Según datos de la conselleria, 54.031 escolares cursan 6º de Primaria; 44.205 estudiantes están inscritos en 4º de ESO y 28.565, en 2º de Bachillerato, y tienen prioridad para recibir algún tipo de atención presencial. No obstante, y como matizan fuentes de la conselleria, «las actividades y tutorías son voluntarias» y para casos concretos, por lo que los grupos podrán variar cada día y no volverán a clase todos estos alumnos que, en su mayoría, continuarán aprendiendo desde casa.

En cada caso, los docentes contactarán con las familias y estas también pueden pedir cita. El objetivo de las sesiones grupales voluntarias para estos niveles es, según Educación, «facilitar la orientación académica y profesional, y consolidar o reforzar las competencias clave imprescindibles para la continuidad de los itinerarios formativos posteriores».