La última propuesta de Compromís para apoyar la prórroga del estado de alarma es que el Gobierno utilice el Fondo de Recuperación de la Unión Europea (UE) para equilibrar la situación financiera de las autonomías. Esto es, que prime a la C. Valenciana y al resto de territorios infrafinanciados en el reparto de este fondo. Con matices y aromas distintos, el espíritu se asemeja bastante al planteamiento realizado por el jefe del Consell, Ximo Puig, al presidente del Gobierno y líder de su partido el pasado domingo, Pedro Sánchez, en la conferencia de presidentes autonómicos.
Puig esgrimió ese día el informe que el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) hizo público ayer y que constata el diferente punto de partida de las comunidades a la hora de afrontar la recuperación de la pandemia (página 9 de este diario). Debido a la infrafinanciación, la Comunitat Valenciana dedica el 97 % de su presupuesto real para gasto (al margen de deuda y otros pagos obligados) a servicios públicos elementales. Le queda un 3 % para políticas de desarrollo. Los territorios mejor financiados tienen hasta un 30 % en el bolsillo para estas inversiones estratégicas, fundamentales a la hora de impulsar la recuperación. El jefe del Consell pidió a Sánchez «equidad», la misma capacidad de todas las autonomías para abordar la etapa de reconstrucción una vez superada la emergencia sanitaria.
El espíritu del mensaje de Puig y el expuesto ayer por el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, es el mismo: evitar que unas comunidades partan de una posición mejor en esta nueva etapa. La coalición va un paso más allá al señalar al Ejecutivo central qué fondos utilizar para conseguir ese equilibrio. Lo que propone es un fondo de nivelación de 2.337 millones de euros que equipare a las cinco comunidades por debajo de la media en financiación por habitante (Comunitat Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Galicia) con el resto. Ese dinero, reclama, saldría del capital que Bruselas pone a disposición de España por el coronavirus.
Las propuestas de Puig y Baldoví tienen un contenido común, pero las formas son diferentes. La coalición de Mónica Oltra volverá a votar hoy no a la prórroga del estado de alarma (a no ser que en pocas horas la Moncloa acepte su propuesta), mientras que Puig se ha mantenido leal y ha entendido los planteamientos del Gobierno.
La única excepción fue la crítica por el rechazo inicial al pase de toda la Comunitat Valenciana a fase 1, pero evitó prolongar la confrontación y recondujo pronto la situación con el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Baldoví también esgrimió ayer tarde el citado informe del IVIE para justificar que Compromís haya decidido plantarse frente al Gobierno, que en cualquier caso tiene los apoyos asegurados para sacar hoy adelante la última prórroga del estado de alarma.
«No contarán con mi voto para perpetuar un sistema que hace que los hospitales valencianos estén en peores condiciones que los otros», resumió el diputado, que evidenció la falta de acercamiento al acusar al PSOE de negarse a abordar sus reivindicaciones.
Dos condiciones
La coalición valencianista se mantenía abierta a un cambio de posición a última hora si el Ejecutivo central acepta su última propuesta, dividida en dos ejes.
Después de no haber llegado a un acuerdo sobre el reparto del fondo para las autonomías, el diputado pidió que se aplique el mecanismo de nivelación en la distribución de las ayudas europeas y puso otra condición: que la C. Valenciana pueda gestionar de forma inmediata la renta mínima vital sin tener que esperar a 2021. Una opción descartada por el ministerio.
