La Generalitat contratará durante los meses de verano a 1.000 jóvenes para que informen a los usuarios de las playas de la C. Valenciana de las medidas de protección que deberán seguir para disfrutar con todas las garantías del litoral valenciano.

Según confirmaron ayer al periódico Levante-EMV fuentes del Consell, esta iniciativa se pondrá en marcha en las próximas semanas para reforzar el plan de seguridad de cara a los meses turísticos y tiene un doble objetivo.

Por un lado, la pospuesta busca incentivar la contratación de jóvenes en un momento de crisis económica sin precedentes y reducir los índices del paro juvenil, especialmente elevados en todo el territorio. Y por otro, que todas las personas que acudan a las playas valencianas durante el verano reciban la información adecuada para evitar contagios y cumplir con las medidas de seguridad establecidas por los ayuntamientos y las autoridades sanitarias.

El proyecto se financiará con fondos europeos y la administración autonómica mantendrá la próxima semana una reunión con los municipios del litoral para trasladarles toda la información.

Según esta información, la distribución de los auxiliares de playa será por comarcas y los jóvenes que obtengan uno de estos contratos se podrán desplazar por distintos municipios de una misma área en función de la afluencia de visitantes.

El personal que contrate la Generalitat Valenciana no tendrá capacidad sancionadora, pues sus funciones son exclusivamente informativas y de coordinación. Los auxiliares estarán situados en una carpa en los alrededores de los accesos de cada playa y también servirán de apoyo a los cuerpos de los policías locales. A medida que vayan llegando los usuarios recordarán todas las medidas de higiene que deben cumplir, como el uso obligatorio de la mascarilla o la distancia social mientras se encuentren en la arena.

Corredores de paso seguros

Los ayuntamientos son los que han asumido los planes de seguridad y las medidas no son homogéneas en todo el territorio. En València, por ejemplo, el consistorio ha delimitado corredores de paso seguros para que todo el mundo pueda disfrutar de la playa sin riesgos mientras dure la pandemia. Entre los puntos que hay que cumplir destacan el aforo limitado, distanciamiento interpersonal de dos metros, la distancia de seguridad de seis metros entre sombrillas o incluso dentro del agua. Los grupos serán como máximo de 15 personas y es obligatorio el uso de calzado, chanclas o sandalias en las pasarelas.

Mientras, en Calp, uno de los municipios turísticos más importante de la comarca de la Marina Alta, se deja libre una franja de seis metros de amplitud desde la orilla como medida de seguridad.