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"Hemos pasado del pánico al coronavirus a los disturbios por el racismo"

La valenciana Vanessa Flores y su marido Guillem Santamaría llevan ocho meses en EE UU y aseguran que las restricciones a la movilidad que no se han aplicado con la covid-19 se están sufriendo ahora con la ola de disturbios

Vanessa Flores y su marido Guillem Santamaría en la famosa Times Square casi sin gente . vspc

La valenciana Vanessa Flores y su marido Guillem Santamaría, biólogo e investigador, no podían imaginar cómo iban a trastocarse sus planes de vida por culpa del coronavirus cuando en septiembre del año se instalaron, gracias a una beca de la Fundação de Ciência y Tecnologia, financiada por el Gobierno portugués, en Nueva York, con un visado de trabajo de un año.

En los ocho meses que llevan viviendo en Estados Unidos han visto cómo Nueva York, el estado más afectado con cerca de 30.000 muertes por la covid-19, pasaba de ser una bulliciosa megalópolis a un desierto urbano por el confinamiento. «La situación de la pandemia la vivimos al principio con bastante incertidumbre y miedo debido a las pocas medidas que se aplicaron». «Ahora que la situación de la pandemia se empezaba a estabilizar han empezado los disturbios y las protestas raciales».

Las restricciones a la libertad de movilidad que no se han aplicado en EE UU con el coronavirus, se están viviendo ahora a raíz de las protestas contra la violencia policial hacia los afroamericanos. Una diferencia sustancial en relación a España, donde se aplicó desde el primer momento el estado de alarma para hacer cumplir las restricciones a determinados derechos de los ciudadanos.

«Anoche [por el lunes] nos llegó una alerta al móvil declarando el toque de queda» en Nueva York. «Lo que está pasando aquí no es nada comparable con lo que se está viendo en redes sociales en Minneapolis o Philadelphia, o en Washington, donde se han cortado las comunicaciones para que la gente no pueda contar lo que está sucediendo». «La verdad que después de lo que sucedió con George Floyd en Minneapolis y cientos de casos similares más, entiendo que la gente esté enfadada», apunta Vanessa Flores.

«La prioridad es la economía»

En relación a la gestión de la pandemia en Estados Unidos, explica esta joven valenciana, «se aguantó hasta el último minuto para cerrar los colegios y los comercios». La prioridad de los responsables políticos era « mantener la economía». En los primeros momentos de la crisis sanitaria, en los que hubo «momentos de pánico porque había mucha falta de información, fue más la población la que tomó medidas; la gente iba por la calle muy concienciada desde el primer momento usando mascarillas».

En Nueva York, con 19 millones de habitantes, «no ha habido restricciones de circulación, ni confinamiento obligatorio, ni sanciones económicas de ningún tipo». «Tampoco falta de suministros», relatan Vanessa Flores y Guillem Santamaría. Se recomendaron, eso sí, medidas de seguridad como llevar mascarillas y el distanciamiento social de dos metros y no salir de casa si no era estrictamente necesario. Actualmente, en muchos supermercados tienen a disposición del consumidor gel alcohólico para uso de todo el mundo.

Esta pareja de valencianos, instalada en Manhattan, sigue lo que está pasando en su ciudad, València, y en Europa a través de internet. «Estamos al tanto de todo lo que está sucediendo allí». «Con suerte regresaremos en este mes de junio». «Nos gustaría volver, pero más adelante», apunta.

En Estados Unidos la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez se ve como un mal ejemplo». «Se desoyeron las advertencias de los expertos. Aquí los medios decían que en España se estaba liando, pero las imágenes que llegaban de allí eran las de muchísima gente concentrándose en la Plaza del Ayuntamiento esperando para la mascletà». Las críticas a Trump por su política errática en cuanto a la pandemia y sus continuas salidas de tono que ocupan casi todos los días los informativos españoles, no se perciben de la misma manera en la vida cotidiana de los neoyorkinos. «Aquí realmente el que 'corta el bacalao' es el gobernador de cada estado», en el caso de Nueva York, Andrew Cuomo, que hace una comparecencia todos los días en la televisión con las actualización de como va la situación en el estado, explica Flores.

En estos momentos, como en España, se está aplicando un tipo de «desescalada» basada en los enfermos que quedan en condiciones graves en los hospitales y las camas que se tienen libres para nuevas hospitalizaciones.

En materia de ayudas económicas, en un país donde apenas hay cobertura social, se han adoptado medidas excepcionales por la covid-19. «En el estado de Nueva York se han prohibido los desalojos y se han dado ayudas económicas a todos los residentes que hubiesen pagado impuestos aquí el año pasado».

En materia de cobertura sanitaria, Vanessa Flores explica que en Estados Unidos todo depende de los seguros médicos privados que cada uno pueda contratar. La sanidad es privada y se paga. Sin embargo, con la covid-19 desde el primer momento en Nueva York «se dijo que se iba a atender a todo el mundo tuviera seguro o no aplicándose así el famoso ObamaCare».

Críticas a la embajada

Vanessa Flores, que acababa de obtener el permiso de trabajo cuando estalló la crisis, no esconde sus críticas a la embajada española en Estados Unidos por desentenderse de los españoles atrapados en el país sin poder volver a España por el caos aeroportuario. Afirma que «se ha desentendido totalmente de nosotros en el tema de los vuelos».

Lo que más le preocupa a ella y a su marido ahora es que los problemas para volar «se alarguen mucho y no podamos volver pronto» a España. «Las compañías aéreas están jugando con los consumidores ofreciendo vuelos fantasma a mil dolares o más. Por lo que vivimos en una incertidumbre constante al no saber si el vuelo que vas a comprar saldrá o te lo cancelarán».

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