Entre un 3 % y un 7 % de los pacientes a los que se da el alta tras permanecer ingresados por la covid-19, presentan al cabo de unas semanas la generación de trombos que, ente otras afecciones, conllevan el riesgo de sufrir infartos e ictus.

Con la precaución que exige cualquiera de las percepciones advertidas por los especialistas en primera línea hospitalaria contra el coronavirus, puesto que para determinar un rigor científico hace falta que pase más tiempo y conocer mejor al virus, tal y como insisten ellos mismos, neumólogos y cardiólogos consultados por este diario hacen hincapié en las trombosis observadas en pacientes que ya han pasado la enfermedad, sobre todo si han sufrido su fase más aguda, ingresados en las unidades de críticos o UCI.

«No percibo algo específico sobre la aparición de trombos tras sufrir la enfermedad, pero son múltiples los factores que causan la hipercoagulabilidad relacionada con una respuesta inflamatoria aguda a la enfermedad», puntualiza el responsable del área de Neumología del Hospital Quirónsalud de Torrevieja, el doctor Dick Pasker. Destaca a su vez como extremo llamativo que «en muchos casos, el paciente desarrolla una enfermedad tromboembólica aunque esté siendo tratado con heparina profiláctica. La incidencia es muy alta en UCI y bastante elevada en enfermos covid que han estado ingresados en planta, entre un 3 % y un 7 %», añade el doctor Pasker.

Tras el ingreso, los pacientes con factores de riesgo añadidos como por cuestión de inmovilidad, suelen precisar tratamientos contra la coagulación durante al menos tres meses «y se sabe que muchos pacientes con covid-19 tienen un estado de hipercoagulabilidad», concluye.

Los estudios cardiovasculares más recientes a los que aluden otros especialistas cardiólogos coinciden en que la investigación de anteriores epidemias de coronavirus SARS y de gripe también sugieren que las infecciones virales pueden causar «síndromes coronarios agudos, arritmias y el desarrollo o exacerbación de la insuficiencia cardíaca».

Sopesan que parece probable esperar que ocurran «complicaciones cardiovasculares importantes relacionadas con covid-19 en pacientes sintomáticos graves, debido a la alta respuesta inflamatoria asociada con esta enfermedad».

Sin olvidar el mayor requerimiento de trabajo cardíaco entre los pacientes cuyas reservas parecen disminuidas tras el coronavirus. Y el incremento de coagulación se traduce asimismo en un más que probable «incremento del riesgo de sufrir un ictus isquémico», concluyen los expertos.

Vacunas de gripe para 2020-2021

La Generalitat Valenciana ha autorizado este viernes su adhesión al acuerdo marco del Ministerio de Sanidad que fija las condiciones de la adquisición de vacunas de la gripe estacional para la campaña 2020-2021. La Comunitat Valenciana se compromete así a adquirir las unidades estimadas de vacunas (810.000) en función de sus necesidades, exclusivamente a las empresas suministradoras seleccionadas en el acuerdo.

Sanidad garantiza así el suministro de las vacunas con unos costes previsiblemente más ajustados, con adhesión voluntaria de varias autonomías, órganos de contratación del Estado y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). El plazo será de un año a partir de la formalización, sin prórroga.