El Banco Central Europeo (BCE) ha incrementado su programa de estímulos monetarios en la eurozona más de lo que se esperaba ante la previsión de que la economía se contraiga este año un 8,7 % debido a la pandemia de la covid-19. El Consejo de Gobierno decidió ayer aumentar el volumen de compras de deuda de emergencia frente a la pandemia en 600.000 millones de euros, hasta alcanzar 1,35 billones, y prolongarlo «al menos» hasta finales de junio de 2021, cuando hasta ahora había asegurado que compraría deuda en cualquier caso hasta final de año.

La presidenta de BCE, Christine Lagarde, dijo en una rueda de prensa virtual tras la reunión que el Consejo de Gobierno «fue unánime en que había que hacer algo» y que hubo consenso en la decisión sobre el volumen del aumento de las compras de deuda.

Asimismo, el BCE mantiene su anterior programa de compra de deuda a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros, conjuntamente con las compras con una dotación de 120.000 millones adicionales que se realizan con carácter temporal hasta final de año.

El BCE muestra de esta manera que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para apoyar la recuperación económica de la eurozona, como ya han demostrado otros países como Alemania y Francia con sus planes de estímulos fiscales y la propia Comisión Europea (CE) con el fondo de recuperación.

En cuanto a los tipos de interés, el banco central acordó mantener el de las operaciones principales de financiación en el 0 %, el de la facilidad marginal de crédito en el 0,25 % y el de la facilidad de depósito en el -0,50 %.

Desde finales de marzo el BCE compra deuda de la zona del euro para hacer frente al impacto de la pandemia en las condiciones de financiación de los países que comparten el euro.

La peculiaridad del nuevo programa de compra de deuda es que es flexible y el BCE puede comprar más deuda de un país en un momento dado si su prima de riesgo se dispara en el mercado, como ocurrió en Italia y España al inicio de la pandemia.

Lagarde añadió que «la economía de la zona del euro experimenta una contracción sin precedentes» y que hay señales de que se ha tocado fondo.