Desde que la pandemia del coronavirus sorprendiera a los gobiernos europeos y obligara a restringir el tránsito a través de las fronteras internas de la Unión Europea para evitar una propagación descontrolada de la covid-19, la Comisión Europea no se ha cansado de dirigir una y otra vez la misma consigna a los gobiernos europeos: máxima coordinación para evitar que el levantamiento gradual de las restricciones genere tensiones innecesarias, especialmente entre los países vecinos, y garantías de que cuando se levanten se aplicará a todas las regiones o países con una situación epidemiológica parecida y de forma no discriminatoria según la nacionalidad.

«Al igual que las decisiones sobre el restablecimiento de los controles temporales en las fronteras interiores, las decisiones sobre el levantamiento de los controles deberán adoptarse en consulta con los demás Estados miembros» y «en particular con los directamente interesados», recoge la hoja de ruta presentada por Bruselas en mayo para restaurar la libre circulación, posibilitar el inicio del turismo y relanzar la economía. Unas recomendaciones que a la luz de los anuncios dispares de los últimos días no han tenido mucho éxito.

Reunión de ministros europeos

Sobre el levantamiento de los controles en las fronteras interiores y la libre circulación hablarán los ministros de interior de la UE durante la jornada de hoy, cuando está prevista una reunión con el objetivo de responder con una estrategia «coordinada, no discriminatoria y proporcionada».

La presidencia semestral de la Unión Europea, que dirige Croacia, espera que los Veintisiete aprovechen el encuentro para informar sobre los plazos previstos por los Estados miembros para su reapertura. También está previsto que aborden si prolongar o no el cierre de las fronteras exteriores de la UE, que expira el 15 de junio, y la prohibición de entrada a ciudadanos de terceros países.