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Las bodas vuelven al Jardín de Monforte con 10 invitados y sin besos

El protocolo obligará a llevar mascarillas a los invitados, al concejal oficiante y a los novios, que no se la podrán quitar en ningún momento

El coronavirus mantiene cerrado el palacete de Monforte de València. f. bustamante

El palacete de Monforte de València volverá a albergar bodas civiles a partir del próximo 12 de junio, viernes. Lo hará, eso sí, con medidas de seguridad muy rigurosas frente a coronavirus. Solo podrán entrar los novios, los testigos, el concejal oficiante y diez invitados, todos ellos sentados en sillas separadas dos metros entre sí. Además, todos deberán llevar mascarilla, por lo que los novios no podrán darse el tradicional beso en los labios.

Los Jardines de Monforte y el palacete que albergan son el espacio tradicional del Ayuntamiento de València para la celebración de bodas civiles, bodas que ofician de forma rotatoria los concejales de la corporación municipal.

El coronavirus, sin embargo, obligó a suspender estas celebraciones y no será hasta el próximo viernes, 12 de junio, cuando vuelva la actividad. Según fuentes oficiales, para ese viernes ya hay programadas dos ceremonias y para el día siguiente, sábado, hay otras seis.

No obstante, no serán ceremonias normales, pues el ayuntamiento obligará a cumplir a rajatabla las medidas de seguridad frente a la epidemia. Así, al enlace solo podrán asistir 10 invitados, más los padrinos, los testigos y el concejal que oficie la ceremonia. Todos ellos deberán estar sentados y a dos metros de distancia, como marca el protocolo. Ni siquiera podrá haber un fotógrafo para que no se esté moviendo por la sala. Y todos los asistentes deberán llevar mascarilla, un elemento de seguridad que no podrán quitarse ni siquiera para darse el tradicional beso tras el «si quiero». Si quieren darse un beso tendrá que ser con mascarilla o ya en los jardines exteriores, que están abiertos al efecto.

Tanto a la entrada como a la salida, los asistentes a la boda también tendrán que adoptar medidas higiénicas, como lavado de manos y la utilización de geles hidroalcohólicos. Además, después de cada boda se desinfectará todo el espacio utilizado.

La decisión de abrir de nuevo el palacete de Monforte para celebrar bodas fue aprobado ayer en la Junta de Gobierno Local. Según el vicealcalde de la ciudad y portavoz del gobierno municipal, Sergi Campillo, aunque este pueda parecer «un asunto menor no lo es» por la repercusión que tiene «para la vida de muchas personas». Resaltó por ello «la voluntad del ayuntamiento de recuperar este servicio lo antes posible».

«Esta crisis ha provocado un parón de muchas actividades y de muchos sueños de muchas personas, entre ellas el de muchas parejas que tenían programadas sus bodas con la ilusión que eso conlleva», dijo Campillo, que explicó también que «habrá un sistema de cita previa» para los trámites que se requieran y la reprogramación de todas las ceremonias canceladas.

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