La integración de las corrientes capitaneadas por Lidia Montero (Arrels de Podem) y Rosanna Miralles (Gent de Podem) en la candidatura de Pilar Lima ha reducido a tres el número de pretendientes -junto a Naiara Davó y Fernando Navarro- que aspiran a ocupar la secretaría general de Podem en el proceso asambleario que se decidirá la semana próxima.

Por segundo día consecutivo, las divergencias sobre el modelo de partido y su papel en las instituciones provocaron un nuevo encontronazo en las filas de la formación morada. En la presentación de su lista, en la que figuran varios cargos del Gobierno Central estrechamente ligados a Pablo Iglesias, Lima marcó distancias con Naiara Davó abogando por impulsar un «partido-movimiento» más pegado a la calle frente al «Podem institucionalizado» que, a su juicio, prima actualmente y que «hay que romper».

Por su parte, en el equipo que lidera Davó señalaron ayer que el sector ligado a Montero -exsecretaria de organización y procedente de Anticapitalistes- era contrario a la entrada en el gobierno de coalición y atribuyeron a esta circunstancia la imposibilidad de llegar a un acuerdo, hasta el punto de manifestar su «preocupación» porque -bajo su opinión- podría suponer un factor de «desestabilización del Botànic».

Montero salió al paso de las afirmaciones para negar su oposición a la permanencia de Podem en el Consell y para manifestar su voluntad de contribuir a una organización «más fuerte con perfil propio» en el ejecutivo autonómico. «Poner en duda la estabilidad del gobierno del Botànic recurriendo a la mentira para intentar ganar unos votos no se lo merece Podem», afirmó en un tuit. Desde el equipo de Lima respondieron apelando al «aval» de Pablo Iglesias a la candidatura y a la presencia de cargos como Mª Teresa Pérez, directora del Injuve, como cabeza de lista, para reafirmar su respaldo al papel de Podem en el gobierno, asegurando que ese debate dejó de estar presente hace tiempo en el partido.

El jueves, desde la candidatura de Davó se instó a evitar cuestionar los actuales liderazgos y a arropar a los cargos en los diferentes gobiernos. Ayer, en su presentación, Lima elogió el papel y puso en valor las iniciativas promovidas por Rubén Martínez Dalmau -que el día anterior había apoyado a Davó- al frente de la Conselleria de Vivienda «Hay que ser útiles dentro del gobierno», dijo.

Lima defendió un «cambio de rumbo en Podem» para «dar protagonismo a los círculos» y reflotar el contacto con la militancia y los movimientos sociales. Aunque la integración de Montero en el equipo Un Podem Amb Tu se daba por sentada desde hace días -dada la sintonía entre ambas candidatas- hasta ayer no se oficalizó, una vez cerrados los flecos.