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La vela latina vuelve a surcar l'Albufera

La actividad náutica se reemprende, aunque las típicas embarcaciones valencianas solo se pueden utilizar como barcos de recreo

La vela latina vuelve a surcar l'Albufera

L'Albufera se ha quedado, durante todo el tiempo que ha permanecido activo el confinamiento más estricto, sin uno de los elementos que le aporta un toque cultural diferenciador. Las embarcaciones de vela latina poco a poco vuelven a surcar las aguas de la emblemática laguna costera valenciana. La federación y las distintas asociaciones ya trabajan conjuntamente para recuperar, en cuanto sea posible, el calendario de regatas. Eso sí, con las medidas de seguridad que dicten las autoridades sanitarias.

La actividad náutica autóctona, declarada Bien de Interés Cultural en el año 2016, cesó como muchas otras con la declaración del estado de alarma. La pandemia obligó a cancelar un calendario de pruebas y exhibiciones que estaba a punto de comenzar. De hecho, la primera de ellas se programó para el 23 de marzo. «Todo se paralizó cuando ya poníamos a punto nuestras barcas para exponerlas a esa inigualable luz mediterránea, quedando varadas, encalladas en los puertos», explica el presidente de la Federació Cultural Valenciana de Vela Llatina, Antonio López, que añade: «El calendario de exhibiciones que con tanta ilusión y esfuerzo habíamos programado junto a las distintas asociaciones se detuvo por tiempo indefinido, pero siempre hemos sabido que tarde o temprano se reprenderá con la fuerza que nos da el hecho de seguir viviendo y disfrutando de nuestra pasión».

La relajación del confinamiento permitió a los aficionados acercarse a las embarcaciones de vela latina, que se caracteriza por ser triangular, estar montada sobre dos mástiles en forma de cruz, y recorrer longitudinalmente la quilla del barco. Eso sí, en un principio salieron únicamente para atender las cuestiones de seguridad y mantenimiento requeridas tras tanto tiempo varadas en los embarcaderos. Ya en mayo la federación lanzó un mensaje de optimismo a las asociaciones: «La temporada de exhibiciones se adaptará a otras fechas según evolucione la situación sanitaria, pero sabemos que será difícil compartir espacios y momentos como lo hacíamos hasta ahora. Pese a ello, estamos expectantes y demostraremos nuestra capacidad de adaptación. La navegación exige maniobras inesperadas».

Pasión por la navegación

La evolución de la desescalada ha permitido a los aficionados a la vela volver a surcar las aguas de l'Albufera. La posibilidad de realizar un uso recreativo de las embarcaciones ha supuesto un gran alivio para todos los amantes de la actividad. «Somos conscientes de que esto no es, ni de lejos, una de las cosas más importantes en una situación como la que vivimos, pero para mucha gente l'Albufera es como su vida y teníamos muchas ganas de salir porque esto es una afición pero también forma parte de la cultura autóctona», defiende López.

A medida que se quemen etapas, se acerca el día en que la laguna se vuelva a llenar de embarcaciones. De navegantes y de espectadores. En ese sentido, la próxima semana tendrá lugar una reunión con representantes de la federación y de las distintas asociaciones. Sobre la mesa: el futuro más cercano de las regatas de vela latina. El objetivo de ambas partes será recuperar, una vez finalice el estado de alarma, el calendario (o al menos parte de él) de pruebas y exhibiciones programadas para este año. Asimismo, se empezarán a establecer los criterios de seguridad que requiere la situación sanitaria. De hecho, se ha emplazado a los clubes a aportar todas las medidas que permitan realizar una regata y que se cumplan los protocolos establecidos.

Rituales inviables

Los amantes de la vela latina son conscientes de que, como ya ocurre en otras competiciones, el regreso nada tendrá que ver con el concepto de regata que existía antes de que se decretase la alerta sanitaria. «Hay muchos factores a tener en cuenta. Guardar distancias de seguridad puede resultar complicado ya que hacen falta varias manos para llevar una embarcación en l'Albufera. Pero también hay un componente de hermandad y compañerismo. Las regatas incluyen almuerzos tras preparar las barcas, comidas a su conclusión, entregas de premios y toda una serie de actos y rituales que ahora mismo son inviables», reconoce el presidente de la Federació Cultural Valenciana de Vela Llatina. El reto es mayúsculo, pero estos protectores de la tradición aguardan el momento oportuno para continuar con su incansable trabajo de visibilizar la vela.

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