A pesar de que la mitad del tiempo el país ha estado paralizado y de que las perspectivas vacacionales para este verano han estado durante semanas bajo cero, en la Comunitat Valenciana se matricularon entre enero y mayo de este año 145 embarcaciones de recreo. Parece una cifra notable, aunque en realidad los efectos de la crisis del coronavirus se dejan sentir de forma clara, como prueba que dicha cantidad represente un descenso del 55 % en relación a las 317 del mismo período del año anterior.

Pese a todo, la evolución es diferente según las tres provincias de la autonomía. Así, València y Castelló registran descensos inferiores a los de la media de España, mientras que Alicante, las más turística de las tres, se sitúa muy por encima, según los datos publicados esta semana por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen). Así, en el conjunto nacional, las 2.466 embarcaciones matriculadas en los cinco primeros meses de 2019 bajaron a 1.400 un año después. El descenso fue del 43,2 %. En la provincia de València la bajada fue del 34,48 % (de 87 a 57) y en Castelló, del 36,67 % (de 30 a 19), mientras que en Alicante se elevó al 65,50 % (de 200 a 69). Esta última era la tercera del escalafón hace un año y ahora se encuentra en sexta posición, superada por Málaga, Madrid y Murcia. València, sin embargo, mantiene la novena plaza.

La Anen asegura en un comunicado que el impacto de la crisis sanitaria y económica en el sector tenía el mes pasado el cariz de alarmante. De hecho, solo en mayo el número de matriculaciones se redujo un 54,16 %. No obstante, conviene tener en cuenta que se trata de un nicho de negocio dirigido a una población con cierto nivel adquisitivo, lo que explica que la caída sea de apenas la mitad, mientras que las de coches se contrajeron un 70 % en idéntico período.

Por otro lado, el alquiler de embarcaciones también ha sufrido «de forma acusada las consecuencias de la pandemia, con una caída del 71,38 % en mayo y del 55,44 % en el acumulado del año», según la nota de Anen, que detalla cómo en los cinco primeros meses del año las matriculaciones para alquiler han bajado de 689 a 307.

Tipología

El informe pone de manifiesto que salvo las embarcaciones con esloras de entre 8 y 12 metros (140), que crecen en número un 6,9 % respecto a los cinco primeros meses de 2018 (131), aunque bajan un 37,5 % en relación con 2019 (224), el resto de navíos de recreo registra descensos mucho más acusados.

Singularmente, los que tienen más de 16 metros, que bajan a doce unidades, con una caída del 52 % respecto a 2019. Las 933 de hasta seis metros, que representan el 68 % del total, bajan casi un 40 %. Por tipología de embarcación, la mayor disminución corresponde a las neumáticas semirrígidas (58 %), seguidas de las neumáticas plegables (48 %), los barcos a motor (46 %), las motos de agua (31 %) y la vela (28 %).

El secretario general de Anen, Carlos Sanlorenzo, asegura en la citada nota que «el sector náutico está luchando con todo su potencial para impulsar el turismo náutico como propuesta segura de vacaciones para este verano, pero necesitamos el apoyo de la Administración, no solo en el apartado económico sino también a nivel de promoción para que se incluyan las actividades náuticas en las campañas institucionales de turismo, que previsiblemente se reactivará desde mediados de junio».