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Matemáticas que salvan vidas

El Centro de Investigación Operativa de la UMH aconseja al Consell realizar una estrategia inteligente de test a lo largo del tiempo, y no de forma masiva, con la que prevé reducir entre el 9 y el 24% de muertes y contagios gracias a datos, fórmulas y combinatoria

Matemáticas que salvan vidas

Los investigadores del CIO (Centro de Investigación Operativa) de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) consideran que la Generalitat debe huir de soluciones como los test masivos, que ha comenzado esta semana el municipio de Torrejón o se plantea, incluso, la ciudad de Madrid, para reducir el número de contagios y de fallecidos. Para ello, el equipo dirigido por el profesor José Luis Sainz-Pardo plantea una estrategia inteligente de distribución de los test a lo largo del tiempo y donde las decisiones se adopten con base en datos, fórmulas y combinatoria. Es decir, salvar entre un 9 y un 24% de nuevos contagios o vidas gracias a las matemáticas. La propuesta es una de las iniciativas que permite el contrato de investigación firmado por el CIO y la Generalitat para apoyar al Consell en la toma de decisiones, aplicando modelos analíticos.

El primer informe, que ayer hizo público el CIO de la UMH de Elche dibuja hasta seis futuros escenarios de la pandemia en función de dos factores: la propagación (velocidad de expansión) y la incertidumbre (las circunstancias aleatorias que incrementan los contagios) y, en todas las combinaciones posibles, que llegan a ser seis, se demuestra que el número de fallecidos y de contagiados es menor si se realizan test inteligentes a lo largo del tiempo y no de forma masiva. De hecho, se llega a asegurar que con este sistema se evitarían de aquí a diciembre 180 muertes y 18.000 contagios en Madrid. El investigador Sainz-Pardo afirma que la investigación es perfectamente extrapolable a cualquier ciudad de la Comunitat Valenciana o a esta en su conjunto y que se eligió Madrid y Torrejón porque, precisamente, esta última población había elegido los test masivos.

Los investigadores parten de dos premisas importantes: la población no puede estar permanentemente confinada y no existe la posibilidad de testear no ya a una ciudad sino a un país en tiempo real para saber cuál es el alcance de los contagios y, aunque se supiera, al día siguiente la llegada de un simple extranjero haría perder el valor de todo el dato si fuese portador del virus.

Economizar

Por tanto, lo que plantean es, en primer lugar, ajustar el número de testeos a la situación. Es decir, si, como son las circunstancias actuales, el número de contagiados es muy bajo, economizar recursos. De hecho, se plantean comenzar esta labor a finales de agosto si, tal y como se prevé, puede existir un repunte en septiembre. «El testeo mediante distribución inteligente a lo largo del tiempo -dice el informe- logra reducir el número de contagios, y por tanto de fallecimientos, entre un 9% y un 24% en función del escenario. El testeo al inicio también logra reducir el número de contagios y fallecimientos, sin embargo, dicha reducción oscila entre el 4% y el 12%».

Según los investigadores, «los escenarios y las condiciones son cambiantes e incluso es difícil saber de entre los múltiples escenarios posibles cuál es el que va a acontecer en el futuro. Para implantar un sistema de distribución inteligente (de test rápidos) es aconsejable el revisar día a día los parámetros y estimaciones en función de los datos de contagios que se van obteniendo, planificando nuevamente las distribuciones de tests». El trabajo de investigación ya tiene claro la base, ahora bien será necesario el empleo de fórmulas para decir cómo, dónde y en qué momento se deberán realizar los test en función siempre de los datos. «Partimos de una cifra inicial y cada día, según donde se realicen los test, en función, por ejemplo de códigos postales, tendremos nuevos datos. Al final es el sistema el que nos tiene que decir dónde hay que testear y si tiene que ser gente que ya se le hizo el test anteriormente o no. Si es interesante ir en su búsqueda o citarlo».

Los investigadores, por ejemplo, deberán tener la capacidad de decidir si se quiere, por ejemplo, realizar una gran muestra dónde se tiene que realizar, a lo largo de cuánto tiempo y a quién para que el resultado sea el más fiable posible y, lo que es más importante, salvar vidas. «Nosotros estamos haciendo un trabajo no sólo para la Generalitat Valenciana, sino para cualquier organismo público. Se diseña una estrategia a partir de un estado inicial que conocemos y se ajusta los parámetros en función del avance de la pandemia», concluye.

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