El mayor protagonismo del peso demográfico, del 24 al 50%, a la hora del reparto de fondos covid no reembolsables de 16.000 millones para paliar la pandemia de coronavirus y sus efectos, fue definido como «una buena noticia» y una «victoria de la reivindicación» por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Un cambio de criterio que coloca al territorio valenciano como el más beneficiado en el rediseño de las ayudas, solo por detrás de Andalucía. No obstante, el optimismo en las filas del Consell trascendía al corto plazo del combate a la covid-19, que significará la creación de un fondo para toda España de 2.000 millones en Educación y supondrá un incremento de dinero entre el 7 y el 10% para el gobierno valenciano. La relevancia última está en que, por primera vez, el criterio poblacional ha servido para cambiar un reparto de financiación y puede ser la llave para futuras negociaciones, como la histórica reivindicación contra la desigualdad fiscal hacia la Comunitat Valenciana en la financiación autonómica.

Un agravio crónico que se explicaba a partir de pautas como la despoblación y el envejecimiento, que situaban en una posición de salida más privilegiada a comunidades del norte de España como Cantabria o La Rioja, las mejor financiadas por cápita, sin contar al País Vasco o Navarro, con concierto económico y el régimen foral propios. En el valor simbólico de la victoria de Puig se entienden mejor las críticas en tromba de otros presidentes, como García-Page, Lambán, Torra, López Miras, Mañueco y Revilla.

La transformación se produce al incluirse la creación de un nuevo fondo para Educación (2.000 millones, obtenidos del recorte a gasto sanitario y fondo social), otro para movilidad (800 millones), lo que favorece a las comunidades autónomas con más población, tal como pedía la Generalitat.

Por lo tanto, a efectos prácticos, en las cuentas de la Generalitat la Conselleria de Educación será la gran beneficiada, al recibir una inyección financiera clave para el inicio del curso (confirmado las fechas de 7 de septiembre y 23 de junio como inicio y fin del nuevo curso escolar), como venía reclamando su conseller Vicent Marzà. La población de 0 a 16 años pesará el 80% y el 20% restante, la de 16 a 24 años. Este fondo se pagará en septiembre y desde el Gobierno no se han precisado más criterios de reparto, salvo que responde a la necesidad de reforzar los centros educativos ante el nuevo curso para afrontarlo con seguridad. Parte del dinero extra que recibe Educación se restará del fondo previsto para la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. No obstante, el departamento de la vicepresidenta Mónica Oltra compensa la pérdida con la inyección que libera la implantación del Ingreso Mínimo Vital.

Con la decisión comunicada ayer, los 10.000 millones del fondo que se iban a dedicar a gasto sanitario se quedan en 9.000, que se pagarán en dos fases, una de 6.000 millones y otra de 3.000. Tampoco se destinarán los 1.000 millones iniciales que se contemplaban para un fondo social. Estos, junto con los 1.000 menos que se utilizarán para gasto sanitario, suman 2.000 millones para ese nuevo fondo en Educación. Y de los 5.000 millones para paliar la minoración de ingresos por la crisis, se detraerán 800 para la pérdida de facturación en los transportes.

Los tramos del fondo

Puig insistió en la «relevancia» de la mayor importancia de la variable poblacional, encaminada a «una mayor justicia». El jefe del Consell reconoció que en el incremento de fondos de la reformulación, la Comunitat Valenciana sería la segunda que más beneficiada sale por detrás de Andalucía. Según relató Puig, en el primer tramo sanitario de ese fondo (6.000 millones de euros para toda España y que se recibirá en julio), el peso poblacional ha pasado del 20 al 35 %, y en el segundo tramo (3.000 millones a percibir en noviembre) ha pasado el 40 al 45 %. Además, Puig celebró que se incorpore un bloque educativo de 2.000 millones de euros para compensar el esfuerzo durante la pandemia, como defendía la Generalitat, el cual se repartirá «únicamente con variables demográficas».

En el tercer bloque del fondo, 5.000 millones para compensar la caída de los ingresos propios a repartir en diciembre, Puig reclamó que se tenga en cuenta la recaudación efectiva en tributos cedidos, penalizando a quien provoque «dumping fiscal» entre autonomías, y el esfuerzo fiscal de cada comunidad.

Además, Puig agradeció que se haya incorporado en este tercer bloque un tramo de 800 millones destinados al transporte público, otra demanda valenciana para compensar la caída de ingresos y de viajeros en el transporte financiado por las comunidades.

Puig expuso, además, la necesidad de celebrar «varios grandes debates nacionales» de forma «inmediata», sobre financiación, la fiscalidad, la educación y el transporte público, y reclamó un plan estatal de reindustrialización y otro de deducciones fiscales destinado a reformar y rehabilitar viviendas. Sobre la financiación, ha dicho que es «inaplazable» impulsar «sin dilación» la reforma del sistema, para garantizar la «recuperación equitativa y no a velocidades diferentes», y en materia fiscal pidió acabar con «privilegios y discriminaciones que perjudican al conjunto». Sobre la educación, defendió que hay que hablar «no solo del próximo inicio a curso», sino de avanzar en este servicio esencial y que tenga el «protagonismo que merece en la reactivación». Sobre el transporte público, indicó que es un factor «clave para la igualdad».

En bloque a la fase 3

El President anunció que hoy lunes se presentará la documentación para que la Comunitat Valenciana pase a la fase 3 de la desescalada el 15 de junio, tras la buena evolución de los parámetros sanitarios, y defendió la imagen de «seguridad, rigor y máxima prudencia» que se ha dado al optar por la espera. Del mismo modo, Puig adelantó que en la fase 3 desaparecerá la «frontera provincial» en la movilidad, pues se considerará como unidad territorial toda la Comunitat Valenciana, y que la idea es «abrir» el territorio valenciano a otras comunidades que estén «en la misma situación epidemiológica».