Una climatología desapacible deslució ayer la apertura de la temporada en la piscina descubierta de Alzira. La amenaza de tormenta y la lluvia que por momentos hizo acto de presencia provocó que no registrara usuarios por la mañana. El ayuntamiento ha establecido un control de aforo con 50 personas por turno -mañana y tarde- con un total de cien plazas diarias y contempla la desinfección de las instalaciones tanto a primera hora de la mañana como de la tarde y, cada hora, en vestuarios y lavabos.