La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha puesto en marcha un plan especial para aumentar la vigilancia en materia de prevención de incendios forestales en zonas rurales. Este nuevo plan viene motivado por el incremento de personas que, por causa de la crisis de la COVID-19, se han trasladado a sus segundas residencias en zonas rurales y que son, normalmente, las que más territorio forestal poseen. La conselleria también ha percibido un incremento de solicitudes de alojamiento en casas rurales de pueblos del interior que está provocando un aumento «de la vecindad poco común en estas fechas y comparable al que se produce en los meses de verano o fines de semana».

Este plan contempla un refuerzo especial, por parte de las unidades de prevención, de urbanizaciones próximas a áreas forestales, áreas recreativas y zonas de baño, así como ríos, fuentes o pantanos situados en zonas forestales y en los que se prevé una afluencia importante de usuarios, con el riesgo de incendio para el monte.