Algunas de las más importantes empresas valencianas del sector alimentario están participando en un proyecto surgido en Alicante con el propósito de procurar comida caliente a diario a los más damnificados de la crisis del coronavirus. Mercadona, Dacsa, Cárnicas Serrano, Dulcesol, Carrefour, Panamar o Aceitunas La Española son las más significadas de las compañías que están contribuyendo a Alicante Gastronómica Solidaria, un proyecto surgida tras la cancelación por la pandemia del evento culinario que se celebra anualmente en dicha ciudad, según explicó ayer a este diario uno de los principales promotores de esta iniciativa, el director general de Carmencita, Jesús Navarro.

El empresario de Novelda añadió que, al clausurarse dicha feria, «decidimos crear una asociación sin ánimo de lucro -Alicante Gastronómica Solidaria- y utilizar el presupuesto del certamen para procesar alimentos». Al proyecto encabezado por el vicepresidente de la Cámara de Alicante, Carlos Baño, se sumaron desde un inicio el personal del Hotel Melià alicantino, que había cerrado por la Covid 19, y más de 400 «cocineros solidarios».

CDT

Utilizaron las cocinas del Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Alicante para elaborar las comidas con productos donados por empresas como las citadas mientras que Cáritas, Cruz Roja y otras ONG recogían los menús individuales en bolsas y los llevaban a «personas necesitadas», entre ellas, «niños que solo podían ingerir esa comida al día», dada la precariedad económica en que quedaron sus familias tras el confinamiento.

La iniciativa fue un éxito y de Alicante pasó a Torrevieja, Elx y Benidorm. En estos momentos, la asociación ya ha repartido 115.000 menús, a razón de unos 3.000 al día. Ante la reactivación económica, los CDT que usaba para cocinar vuelven a su vieja via y la asociación ha tenido que buscar otro lugar para proseguir su labor, que pretende extender en el período de un año. Así, la Generalitat ha cedido a la organización un espacio en la Ciudad de la Luz de Alicante para que continuar con misión, tal como se anunció el pasado lunes tras la reunión de Baño con el presidente del Consell, Ximo Puig. Según Navarro, se trata básicamente de las cocinas del recinto, de gran magnitud y que llevaban nueve años sin ser utilizadas.

Formación

Con la desescalada y la progresiva vuelta al trabajo de tantos cocineros, este proyecto se está quedando sin voluntarios con experiencia ante los fogones, motivo por el cual la asociación ha iniciado un programa para coger a entre veinte y treinta personas en riesgo de exclusión para formarlos y, además de aprender una profesión, que se encarguen del cocinado de los menús.

El director general de Carmencita explicó a este diario que la asociación está abierta a replicar su modelo en València, si bien advirtió que para ello precisa encontrar un espacio con cocina que les permita elaborar los menús. Jesús Navarro hizo un llamamiento a las empresas de la Comunitat Valenciana para que se impliquen en esta iniciativa solidaria y aporten productos. En relación con esto, destacó que «Mercadona se ha volcado de forma absoluta. Nos traen a cocinas muchos productos próximos a la caducidad que están en perfecto estado de consumo».