Ni las protestas de los sindicatos ni el «Hasta aquí hemos llegado» que ayer trasladaron las sociedades científicas de médicos y pediatras de Atención Primaria oponiéndose a la medida, han apeado a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, de su intención de abrir los centros de salud este verano por la tarde. Barceló se ratificó ayer hasta en dos ocasiones en el anuncio que ha generado un rechazo unánime entre los trabajadores: primero lo hizo por la mañana, en su comparecencia en las Corts Valencianes, y por la tarde en rueda de prensa.

Por lo que se conoce hasta ahora no serán todos los centros de salud -solo «algunos, aquellos en los que veamos que sea necesario», apuntó-, y será posible gracias a más refuerzo de personal que eso sí, aún está por confirmar a través del plan de vacaciones. Este es el principal caballo de batalla de sindicatos y médicos y por el que ayer insistieron en el no rotundo a la medida: no es posible abrir hasta las ocho con los refuerzos anunciados hasta ahora y más si se ha de dar vacaciones a una plantilla ajustada, que está exhausta y pensando en que puede haber otro rebrote de coronavirus en otoño. Los médicos lo ven una «temeridad» y un «despropósito».

La consellera insistió en que la medida -«que ya se hace en ciudades como Alicante desde hace dos años»- se hará «respetando las merecidas vacaciones de los profesionales», gracias a los 730 plazas eventuales covid-19 que se han creado en Atención Primaria desde que comenzó la pandemia «y que se han prorrogado hasta el 30 de noviembre» y los 615 contratos entre enfermeras, auxiliares administrativos y celadores que están incorporándose ahora y que ya se anunciaron como personal extra para «rastrear el coronavirus» en los centros de salud.

Según la consellera, en una segunda fase y dependiendo de las necesidades, esta cifra subiría en los centros de salud hasta los 1.200 pero aún así, se veía insuficiente. Por la tarde insistió en que aún faltaba por contabilizar los refuerzos del «plan de vacaciones» que aún no están cuantificados, algo que por la mañana no se especificó a los sindicatos que salieron «decepcionados» de una reunión con poca negociación y «ninguna información que no supiéramos ya».

Sean 615, 1.200 o más gracias al plan de vacaciones, tanto desde sindicatos como desde sociedades científicas insisten en que es insuficiente y se llega tarde porque las bolsas de profesionales están agotadas y hay una lucha entre comunidades por «cazar a los profesionales» y una cosa es la creación de plazas y otra bien distinta poder cubrirlas. Barceló recordó que van a contratar a 156 médicos MIR y 50 enfermeras especializadas en Primaria, pero esos contratos «están parados» según los sindicatos y a los MIR «los están contratando en otras comunidades». Los refuerzos de enfermería, por ejemplo, incorporados en ese primera fase de 615 contratos tendrán que esperar a que las universidades gradúen a las nuevas promociones de enfermería porque no hay nadie en las bolsas.