Aviso a navegantes. El run run en el PP valenciano de que los últimos movimientos que han desembocado en la convocatoria de los congresos responden a una maniobra de largo alcance para renovar el liderazgo regional no han hecho mella en la posible víctima. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, dejó claro ayer que no tiene intención en retirarse y que opta a la reelección en el cargo en el próximo congreso regional previsto para 2021. No es la primera vez que Bonig habla de sus intenciones de intentar un segundo asalto a la Generalitat, pero esta vez hay dos novedades. Lo hace después de los citados movimientos del partido y, además, con la insinuación de que este tema está hablado con el líder del PP, Pablo Casado.

Eso se deduce de sus palabras: «Sé lo que he hablado con Casado; soy una mujer de palabra y me gusta que los demás también cumplan su palabra», dijo al ser preguntada durante una rueda de prensa sobre sus planes de futuro en el partido. Bonig recurrió a quien es su referente en política: «Cuando la época de Margaret Thatcher se dijo que no se confiaba en las mujeres para la política y ella fue capaz de dar la vuelta al partido y al país», subrayó.

La lideresa aludió también a las voces internas que cuestionan su continuidad, pero aseguró que ahora lo que toca es trabajar y que ya llegará el momento del congreso. Bonig se expresó en estos términos en un contexto complicado, una semana después de que Génova haya señalado como candidato a presidir la provincia de València al alcalde de Gavarda, Vicent Mompó, un dirigente local afín al diputado nacional Vicent Betoret. Betoret está considerado uno de los principales críticos de Bonig y, de hecho, la relación entre ambos se deterioró mucho durante la pasada legislatura. La presidenta del PP apostó por una de sus personas de confianza, la secretaria de Organización, Mari Carmen Contelles, para que diera la batalla en la provincia. Ese asalto frustrado acabó con Betoret fuera de la dirección y con una gestora. De todos los aspirantes posibles que estos tiempos se han barajado para dirigir la provincia, Mompó era, a priori, el menos cómodo para la presidenta regional.

No obstante, tanto Mompó como la propia Bonig, defienden su buena relación. De hecho, la dirección regional ha aceptado la decisión y ha pasado a ser una de sus primera valedoras. Lo dejó claro Bonig al hablar de Mompó: «Es una gran persona, muy trabajadora, lo importante es dar paz a la organización porque nadie entendería ahora estuviéramos mirando nuestras cosas».

Apoyo a la candidatura de Mazón

Preguntada al respecto, la líder popular apoyó también la candidatura de Carlos Mazón en Alicante (a quien una parte del PP ve como su posible relevo en la dirección regional) si bien el grueso de sus palabras fueron para el expresidente del PP de Alicante, José Císcar, a quien Génova sustituyó por Mazón. Con Císcar, Bonig perdió uno de sus principales apoyos en Alicante y la posibilidad de controlar la provincia de cara al futuro congreso regional. La alianza puntual entre Betoret y Mazón ha desatascado los congresos y abierto interrogantes. Bonig quiso cerrarlos dando a entender que también ella tiene el aval de Génova.