Los ayuntamientos valencianos no quieren quedarse a la cola en la reconstrucción. Están convencidos de que tienen mucho que decir en este proceso y ayer el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y alcalde de Elda, el socialista Rubén Alfaro, llevó esas reclamaciones ante la comisión de las Corts que estudia el camino a seguir.

Se presentó como el presidente de todos los alcaldes, independientemente del color político, y planteó que se abre un escenario complicado, por lo que el Gobierno debe permitir usar los superávit y remanentes de que disponen los ayuntamientos y que no pueden gastar desde los tiempos del ministro Montoro ni siquiera para hacer frente a los gastos de la crisis.

También aseguró que los ayuntamientos no tienen personal suficiente para gestionar el salario vital que acaba de aprobar el Gobierno y aventuró que las oficinas municipales quedarán colapsadas. Según Alfaro, las familias necesitadas no conocen las oficinas del Consell o del Gobierno, pero sí saben acudir a los ayuntamientos, por lo que los municipios están obligados a darles una respuesta.

Incluso habló de que no poder hacerlo dejará a los municipios una sensación de frustración igual que a las familias y lanzó críticas al Gobierno porque no ha dado información suficiente a los ayuntamientos sobre el salario vital, cuando además hay otro que gestionan las autonomías y dio a entender que es posible hacer mejor las cosas en este ámbito. Están en juego los servicios sociales municipales que podrían llegar a colapsar si no se les permite contratar más personal o coordinarlos con los de la Generalitat, en un momento en que los alcaldes, igual que el Consell, se quejan de que no tienen suficiente personal para poder ejercer sus competencias o, en el caso de los ayuntamientos, las que no son propias pero se ven obligados a realizar. «Nuestra sociedad necesita más claridad porque gestionamos demasiados programas y es un barullo para las familias», aseguró Alfaro desde la tribuna.

«Saldremos más vulnerables»

Una de las intervenciones más esperadas de la comisión de reconstrucción era la del catedrático de Geografía Humana Joan Romero. El pensador dio las claves y remarcó algo que tiene claro: que de la crisis la sociedad valenciana saldrá más vulnerable. Para la reconstrucción es clave, según Romero, activar una estrategia que rompa el ciclo político de cuatro años.

Para ello hay que mirar ya a 2030 o 2040 y tener una estrategia, evitar el cortoplacismo y que los partidos demuestren que son capaces de llegar a consensos que sirvan para más de una legislatura.

«No sé cuándo saldremos de la crisis, pero sí que lo haremos con más incertidumbre, más vulnerables, más pobres y con mayor distancia social», remarcó.

El catedrático previene contra los discursos que abogan por desglobalizar o relocalizar porque llevan a impulsar un proteccionismo que determinadas fuerzas defienden en Europa y que puede ser contraproducente.

Romero llamó a reforzar la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y a crear una agencia autonómica de datos e inteligencia artificial para no perder el tren, así como un plan regional de vivienda pública centrado en los jóvenes.

Inquirió a los políticos para que pongan rostro a los 1,3 millones de jóvenes y a los que tienen 40 años y siguen viviendo en casa de sus padres. En educación, el también exconseller cree que hay que revisar el sistema de formación y aprendizaje permanente mediante un sistema plurianual de financiación al sistema universitario valenciano porque no puede ser que tengan la misma que en 2008.

El experto llamó a dar más voz a los ayuntamientos y a trabajar hacia un nuevo modelo urbano con visión metropolitana para reducir las brechas. De lo contrario, ha alertado, el diálogo intergeneracional se romperá más, señaló.

Mientras, el presidente del Comité de representantes de personas con discapacidad (Cermi), Luis Vañó, reclamó en las Corts un fondo de rescate de emergencia de 4,5 millones de euros para el sector de la discapacidad que se destinaría a detener el naufragio de las estructuras de apoyo cívicas.